jueves, 12 de agosto de 2010

El cuento del viernes :En el aeropuerto


Se prometió no llorar si no aparecía.
A veces la gente habla por hablar , hace promesas que ni siquiera se plantea cumplir, se siente apocalíptica por un día y cuestiona su existencia...Pero al final, se acomoda.Quería creer que estaba equivocada.
Eran las diez y media y sólo quedaban cuarenta minutos para que despegase el avión.El aeropuerto estaba en relativa calma para ser mayo y los viajeros arratraban sus trolleys mientras consultaban los billetes y buscaban su vuelo en las pantallas.Los que viajan poco necesitan cerciorarse de la hora del despegue casi con ansiedad maniática.
Ella viajaba a menudo,casi todos los lunes, de Vigo a Madrid, y volvía a casa los miércoles,en Bussiness Class,leyendo los periódicos de economía y sorbiendo un café muy despacito.
Dejaba que los tacones resbalasen hasta la moqueta y entrecruzaba las piernas.El avión despegaba y ella nunca echaba de menos a nadie, ni siquiera echaba un vistazo por la ventanilla para admirar como se iba alejando el paisaje verde gallego, salpicado de casitas...O la terminal de Barajas.
Pero hoy era distinto aunque pareciese igual que otras veces.
Consultó el Rolex y suspiró.No vendría.
El también cogía aviones sin pensar en quien dejaba atrás.
Un hombre alto, vestido con impecable traje gris y corbata burdeos cruzó la puerta de entrada a la sala de espera y echó un vistazo a su alrededor.A ella le dió un vuelco el corazón y se incorporó de golpe.Pero no era él.Siempre confundía a las personas de lejos.
Tal vez...Sacó con rapidez el móbil del bolso y pulsó una tecla para iluminar la pantalla.Ni mensaje ni llamada.
-Allí estaré- dijo él al despedirse.Y ella le creyó.Nunca confiaba en nadie, pero en aquel momento, le creyó como un niño cree a su padre.
-¿Seguro?-preguntó casi temblando.-Promételo.
-Claro.
La pantalla luminosa estaba anunciando la próxima salida de su vuelo.
Un hombre con pantalones beige y elegante camisa azul claro miraba a un lado y a otro desde el umbral de la sala, examinando a la multitud congregada.En cuanto la encontró caminó enérgicamente hasta ella.La mujer se levantó con el corazón golpeándole el pecho, la alegría trepándole por el estómago.Se alisó la falda, se humedeció los labios.
-Ana...
El levantaba algo en su mano derecha.Una carpeta de plástico azul brillante.Parecía sofocado por la prisa.
-Te dejaste esto ayer en el hotel.Dijiste que tenías una reunión importantísima...
-Ah, creí...
El hombre se mesó el cabello.Tal vez el rubor de sus mejillas no había sido provocado sólo por la carrera hasta el aeropuerto al fin y al cabo.Sonrió con timidez y le besó la frente.
-¿Te veo el lunes?-y la miró con aquellos ojos amados, cuyo brillo había ido mermando con el paso de los años, pero que seguían siendo jóvenes.
Ultima llamada para su vuelo.Le costó más de lo habitual mantener la compostura, erguirse sobre sus carísimos zapatos, decir adiós sin desmoronarse.
El avión se elevó con su habitual rugido, se puso en vertical, ascendió hasta el cielo.
No volvería a llamarle.
La gente hace promesas que no cumple,sueñan por un instante, planean cambiar sus vidas, empezar de cero, emocionarse de nuevo,dejarse llevar por un sentimiento aunque sea pequeño, resbaladizo,desconcertante.Se convencen de que pueden volver a ser quienes eran, rescatar sus pasiones, darse otra oportunidad...
Pero al final no lo hacen.
Tuvo un momento de flaqueza cuando una escurridiza lágrima luchó por asomar desde la comisura de sus ojos, y entonces se acercó a la pequeña ventanilla y observó durante un rato como se iba perdiendo el aeropuerto en la lejanía.

3 comentarios:

  1. Oleeeeeee, vaya regreso :)

    Me ha gustado mucho. Te he leído con mucho interés y emoción desde la primera hasta la última línea :)

    Y como ya sabes que me sale la vena de la corrección:

    hay un par de erratillas: arratraban >> arrastraban y móbil >> móvil ;)

    Un beso muy grande y mi más sincera enhorabuena!!

    PD: Me ha encantado tu REGRESO :)

    PD2: Espero que Lucas esté pasando buena noche y consigáis descansar todos.

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  2. Precioso relato, R@. Se te echaba de menos un montón.

    Besos a repartir.

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  3. Jaja,mil veces me corregirás lo de móbil y mil veces volveré a ponerlo...pero es sin querer,¿eh?Pasa que soy cabezona.
    Lucas me da una noche sí y otra no.A ver si vamos mejorando...No perdona el bibe cada tres horas y a veces protesta cada media hora por los gasitos.
    Susana, gracias por leerme, un beso muy fuerte

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