jueves, 19 de noviembre de 2009

Sin tiempo

Hola
Estoy un poco agobiada, la verdad, no os imaginais la de médicos que hay que visitar !Jaja, incluso dentistas!Así que aún no puedo pasarme por aquí mas desahogadamente...Prometo hacerlo pronto
saludos

viernes, 6 de noviembre de 2009

Viernes

Holaaaaaaaaa!
Ayer empecé a trabajar, y lo creais o no, ya echaba de menos el ajetreo.Seguramente, dentro de unos días estaré deseando volver a mi casita pero de momento, no.(Claro que llevo un día...)
Del tema nombres que hablábamos el otro día, he sacado muchas buenas ideas, os agradezco mucho el haberos pasado y dado vuestra opinión.¡Graciñas!
Ah, por cierto, Noe, quise pasarme por tu blog esta mañana pero el enlace dice que el blog no existe.Por Dios que se trate de un fallo informático, ya me cuentas...
Por hoy os dejo, que tengo la casa patas arriba y a la una tengo que coger el autobús.
Un beso muy fuerte

jueves, 29 de octubre de 2009

Dudas existenciales

Hola a tod@s
Mi entrada de hoy tiene dos razones y ninguna es un cuento, en primer lugar, quería felicitar a Susana por su cumple, que acabo de enterarme leyendo su blog, y no sé como lo llevarás tú, pero yo, desde siempre , paso ese día con una sensación extraña de nostalgia...Que no tristeza,¿eh?...Será que como el mío cae en diciembre...
En segundo lugar, quería pediros opinión, (aunque la fecha aún cae lejos y yo soy muy cambiante), sobre nombres de niño, que es lo que apuntan las ecografías. Aunque es muy pronto para saberlo,¿o no?
Bueno, el caso es que nombres de niña me gustan muchos, pero de niño...No quería nada extravagante, aunque como el papá es portugués, había pensado tirar un poco por ahí, no sé...Chicas, a ver si me echais una manita...
Un besito a todas y gracias de antemano por ayudarme

martes, 20 de octubre de 2009

La elección

-Pasa, por favor...Y toma asiento un minuto mientras termino de arreglar estes papeles.
Era una mujer bastante guapa, que llevaba un impoluto vestido de color crudo y sandalias de tacón que repiqueteaban sobre el pulido suelo de mármol blanco.La oficina en sí era bastante amplia, y en ese momento, estaba muy concurrida.Hombres y mujeres con inmaculados trajes de colores claros y sonrisas cinceladas, iban y venían seguidos de otros y otras vestidos de calle y cara de evidente confusión.
-Esta bien- dijo la recepcionista, enseñando su perfecta dentadura con una sonrisa.-Puerta tres, a la izquierda del pasillo.
Ernesto se levantó de la butaca de cuero, se despidió de las dos mujeres que esperaban turno a su lado, y en encaminó hacia el sitio indicado.
Por el camino, creyó reconocer una cara, pero el chico pasó demasiado deprisa, y todo quedó en una sensación extraña.
Dió dos golpecitos en la puerta y la abrió cuando una voz le invitó a pasar desde el interior.
Al otro lado de una delicada mesa de trabajo, que parecía ser de roble, había un hombre joven, rubio, de nítidos ojos azules y espectacular belleza.
-Veamos, es usted...Ernesto Quiroga Sáez...- el chico ojeaba un voluminoso dosier.
Ernesto asintió, con nerviosismo.
-Ajá.Ha llegado aquí a las veinticuatro y un minuto....De esta misma noche,y por lo que veo, su traslado ha sido muy rápido...Apenas ha tenido que permanecer en la sala de espera...y eso, sólo puede significar una cosa...-frunció el ceño, con preocupación, y anotó algo en la única página del informe.
-¿Y bien?No comprendo...Verá, apenas sé nada de este procedimiento...Todo es...nuevo...
-Ya.Permítame que le diga algo al respecto...-se acercó sobre la mesa y le clavó su glacial mirada azul-Nadie sabe nada del procedimiento antes de llegar aquí...Mi trabajo consiste en preguntarle si recuerda por qué esta con nosotros.
Ernesto empezó a tartamudear.Hacía horas que vivía en un limbo de confusión, donde los sueños y las memorias se mezclaban sin orden ni concierto, como una película rocambolesca.
-No-contestó, muy bajito.
-Ajá.-el joven señaló algunas líneas del informe mientras leía- Ingresó usted cadáver esta noche, después de que un viandante que vió cómo caía su automóvil desde el Puente Viejo de la ciudad , diese la voz de alarma y consiguieran rescatar su cuerpo del río.
Frío.Sí, recordaba el golpe y el frío.Se estremeció.
-Las reglas están muy claras en casos como el suyo.-comentó meneando la cabeza, como si se dirigiese a un niño pequeño.
-¿Las reglas?
El chico señaló al suelo,meneó la cabeza con desaprobación y Ernesto comprendió al instante lo que quería decir.
-Por lo que veo en su historia, no hay nada que le convierta en un ciudadano decente.Estafas, robos,una esposa atormentada,unos hijos para los que jamás tenía tiempo,¡ una amante, incluso!- le guiñó el ojo con descaro.-Conducía usted borracho el día del accidente, poniendo en peligro la vida de los demás ...Pero aún así necesito saber por qué llevaba usted esa clase de existencia.
-Y eso...¿cambiaría en algo mi futuro destino?...Es decir... ¿Podría quedarme aquí...?
-Hum...No lo veo posible...
Ernesto rompió a llorar como nunca antes lo había hecho, entre lágrimas, con voz entrecortada, alcanzó a hilar algunas frases, completamente desbordado por el pánico de saberse pasto de las llamas.
-Oh, por Dios, se lo suplico...He sido un ser humano terrible...Lo sé, me arrepiento...¿No hay cabida aquí para el perdón y la redención?...-se sorbió la nariz ruidosamente y se lanzó al suelo, donde, de rodillas, imploró mirando al techo-Por favor,por favor...Déjenme enmendar mis errores...Sé que puedo convertirme en un alma bondadosa...Sé que puedo reparar todo el daño causado...
Después, se dejó caer sobre los pies del chico, hipando.
Pasaron varios minutos en completo silencio, hasta que el teléfono de la mesa empezó a sonar con una armoniosa melodía clásica.Ernesto supo que no tenía ni la más mínima oportunidad.
-¿Sí?-contestó el joven, un poco incómodo con la situación.Aunque no debía ser la primera vez que alguien se comportaba de ese modo.-Ajá.Está bien, Señor, lo que usted diga...Se lo haré saber enseguida.
Ernesto levantó la vista con ojos enrojecidos.
-Señor Quiroga, ha tenido usted una suerte inédita.-le sonrió con una dulzura casi sobrenatural, y uno de sus perfectos dientes, lanzó un destello.-Parece ser que su arrepentimiento va a ser tenido en cuenta....-Batió las palmas dos veces, y apareció enseguida una joven morena de aspecto angelical en el marco de la puerta- Lucy, acompaña a nuestro nuevo invitado a su habitación.
-Gracias...Oh, Dios mío...Gracias...-casi chilló Ernesto, todavía hipando.
Siguió a la escultural morena a través de un luminoso pasillo con centenares de puertas y una vez situados frente a una de ellas, la chica sacó un manojo de llaves y le dió paso a una estancia de pequeñas dimensiones, que tenía por único mobiliario un camastro, donde reposaba un pijama blanco y una mesita con libros.Por toda ventana ,había una claraboya diminuta en el techo.
-Bienvenido.-dijo la chica, juntando las manos sobre el regazo y mirándole con la cabeza ladeada- Mi nombre es Lucy y voy a ser su tutora.El desayuno se sirva a las seis y la jornada de trabajo dura diez horas...Mañana le explicaré su cometido...Puede que tenga suerte y el privilegio de acompañar a alguna alma descarriada durante su vida,tomando apuntes y valoraciones...Ya le enseñaremos como elaboramos aquí nuestros informes...Cenamos a las ocho y tenemos una lectura obligatoria hasta el toque de queda..La encontrará apasionante...Pero no quiero entretenerle más...Espero que disfrute de su estancia...
Ernesto notó que empezaban a temblarle los labios.Se acercó a la cama y sostuvo entre las manos aquel horrible pijama blanco.
¿Acompañar almas?¿Tomar apuntes?...¿Lecturas obligadas, toque de queda?¿Desayuno a las seis?
Salió rápidamente al pasillo y llamó a la joven, que se alejaba con paso grácil por el resplandeciente pasillo.
-Oiga...Esto Lucy...
Ella se volvió y le miró con docilidad.
-¿Necesita algo, señor Quiroga?
-Sí...Me preguntaba si podría...Hablar con algún superior suyo...Me parece que ha habido un error...
-¿Un error?
-Sí...Ya sabe...-señaló el suelo y se encogió de hombros- Todavía puedo cambiar de idea...¿Verdad?






miércoles, 14 de octubre de 2009

La bañera


Estaba segura de que lo había oído otra vez.Intentó no moverse bajo las sábanas y contuvo la respiración hasta que le escocieron los pulmones.
Tal vez era sólo el viento,ya que esa noche ululaba con fuerza y movía con furia los árboles del bosque, pero más bien sonaba como...un chapoteo.
La culpa de todo la tenía Pedro.Era él quien se había empeñado en comprar aquella casa tan alejada del pueblo, demasiado grande para los tres, y más aún cuando tenía que salir de viaje de negocios durante un par de semanas y ella y Eric se quedaban solos.
Ana se dió la vuelta sigilosamente y casi se le sale el corazón del pecho al ver que estaba encendida la luz del cuarto de baño.No recordaba que estuviese así cuando se acostó.
-¿Eric?- llamó,con voz insegura-Te has dejado otra vez la luz del baño encendida.
-Perdona, mamá...Creo que sí...-respondió su hijo desde la habitación contigua.-Ahora me levanto.
-Déjalo, ya voy yo...-respondió Ana, incorporándose, repentinamente aliviada.No podía evitarlo, no le gustaban los ruidos del bosque, el horripilante graznido de las lechuzas, el crujido de las ramas ni el golpeteo de la lluvia en los cristales.Todo sonaba diferente a la ciudad.
Se calzó las pantuflas y se dirigió al cuarto de baño.
Algo no le gustó en cuanto puso el pie dentro del cuarto de baldosas color pastel.El espejo del armario del lavabo estaba medio empañado y había un pequeño charco de agua frente a la bañera.Aquella bañera, grande, antigua, de hermosas patitas metálicas y grifos de bronce, era lo único que le había gustado de aquella casa y lo único también que no había querido cambiar.
El resto de los muebles, habían sido donados a un mercadillo benéfico.
-Eric...No has secado el suelo después de bañarte.Esto es muy peligroso, imagínate que cualquiera de los dos resbalemos.
La respuesta no se hizo esperar y trajo consigo una aterradora sensación.
-Lo siento, mamá...Hoy tenía mucho frío y no me duché...¿Estás enfadada?
-No...-contestó temblorosa.De repente, su grueso camisón de franela resultó insuficiente para el frío que empezaba a sentir.
¿Quien había usado la bañera entonces?
Fué abajo a por un cubo y una fregona, encendiendo todas las luces a su paso y tratando de calmarse.Ella tampoco había usado el cuarto de baño del piso superior desde aquella mañana.
Limpió frenéticamente el charco de agua ,apagó la luz y giró con firmeza el pesado pomo.
Consultó el reloj y llamó a Pedro, esperando que todavía no se hubiese acostado.
-¿Sí?
-Gracias a Dios.
-¿Ocurre algo?-preguntó una voz somñolienta al otro lado.
-Sí, aunque tal vez no te lo creas.
-¿Otra fantasía?...¿No son ya las doce y media?
-¿Podrías tomarte esto un poco en serio, por favor?-casi gritó,indignada.
-Está bien.¿Que pasa?
-Es...el cuarto de baño...-susurró con nerviosismo-Ni Eric ni yo lo hemos usado esta noche y el espejo del lavabo estaba empañado y ...había un charco...
-¿Estás segura de que Eric no ha sido?
-No, eso dice.
-Vuélveselo a preguntar, es un niño, quizá tenía miedo de que le riñeras por no recogerlo....¿Sabes que mañana a las siete tengo que firmar la fusión?
Ana colgó sin despedirse.Fué al cuarto de Eric, cogió al pequeño en brazos y lo trajo hasta su cama.Le apretó con fuerza y cubrió sus cuerpos con las mantas.
-Tú no has sido, ¿verdad?-preguntó muy bajito,besando el cabello de Eric .
-No, mamá.-contestó el niño, casi en medio de un sueño.
-Esta bien, duerme.
-No te asustes.No tienes por qué tener miedo...Dice que no nos hará daño.
La sangre se congeló en sus venas como un glacial descendiendo por un valle.
-¿Que...?...¿Quien...?-empezó a decir Ana, tratando de no tartamudear.
-Es que le gustaba mucho su bañera.
En ese momento, Ana levantó la vista sobre las sábanas y contempló, horrorizada, como la pálida luz del cuarto de baño se filtraba por la rendija de la puerta.
No sé a vosotros, pero será que es un poco tarde y estoy solita,pero me he dado miedo a mí misma...

martes, 13 de octubre de 2009

La musa

La musa fué a visitarle sin avisar.Llevaba días sin aparecer, tal vez demasiado ocupada coqueteando con nuevos poetas y músicos o tal vez demasiado cansada de pasarse las horas dentro de aquella pequeña habitación, donde el olor de los óleos y al aguarrás era tan penetrante que siempre amenazaba con marearte.
El pintor abrió los ojos y sonrió al verla.El cabello largo, rubio,brillaba bajo la luz del sol que se colaba a través de la polvorienta claraboya , igual que aquella impecable palidez en su piel...
Sin embargo, estaba cambiada.Vestía unos vaqueros raídos y una cazadora de cuero negro, y su actitud ya no era paciente y serena, sino más bien arisca.
El llevaba varias semanas sin pintar nada, y dormitaba largas horas sobre una mesa de madera, embadurnada de pintura.Le sonrió, pero ella no le devolvió la sonrisa.
-¿Donde has estado?-musitó el pintor, con voz rasposa.
-Por ahí, viajando...No puedo pasarme la vida pendiente de ti.-contestó con brusquedad, y se puso a recoger lienzos inacabados del suelo, botes de cristal con pinceles sucios, paletas, brochas, trapos tiesos...Incluso abrió las ventanas, molesta del aire enrarecido, y dejó que la brisa fresca entrase en la estancia e hiciese aletear el flequillo del pintor.
-Mírate- dijo ella después,con desprecio.-¿Cuanto tiempo llevas así?
El se encogió de hombros y volvió a apoyar la barbilla en la palma de la mano.
-Es culpa tuya, me has abandonado...-susurró.
-No me culpes de tu propio fracaso...Los dos sabíamos que tarde o temprano, tendrías que apañártelas solo.
-Pero no creí que cuando salieras por esa puerta, te llevarías toda mi inspiración...Ahora debo tanto dinero que no sé donde voy a dormir el mes que viene.
La musa meneó la cabeza y se acercó al pintor despacio.Se sentó junto a él, en un taburete bajo y lanzó un largo suspiro.
-¿Sabes una cosa? -soltó, sin mirarle- No soy una musa...Me inventé todo ese rollo para tener un sitio en el que quedarme durante un tiempo...De verdad...Lo siento, mucho.Te engañé.
El pintor levantó la vista, enarcando las cejas .
-No puede ser...Mientras estabas aquí salieron a la luz mis mejores obras de arte...tú misma has sido testigo del éxito de mis exposiciones...¿Recuerdas lo que llegaron a pagarme por el cuadro que pinté la tarde que te conocí?...Y además, creo que he sido bastante generoso contigo, agradeciendo tu ayuda con dinero y regalos...
Ella le miró, primero con pena, y luego soltó una ruidosa carcajada.
-Sí.Teniendo en cuenta que yo no he hecho nada, sí.
Acto seguido, se levantó, recogió su bolso de lona y caminó hacia la puerta .Estaba ya casi a punto de abrirla cuando se detuvo y se giró hacia él.
-Las musas no existen.Sólo soy alguien que consiguió que lo creyeras.
Sacó del bolso un talonario, lo cubrió y dejó uno de los cheques sobre la abarrotada mesa del recibidor.
-Por las molestias- dijo antes de salir.
El pintor se quedó inmóvil durante unos minutos.Se rascó la cabeza, derramó algunas lágrimas,barrió con su puño todos los bocetos inacabados que había sobre la mesa, dió una patada a un cubo de pintura púrpura, que se extendió como un charco de sangre sobre la alfombra, y finalmente, arrancó su chaqueta del perchero y se dispuso a salir.
Tal vez hubiera perdido a su musa...Pero seguro que había alguna más esperándole por ahí fuera. Tenía que encontrarla.

sábado, 10 de octubre de 2009

Fin de semana

Quiero desearos a tod@s un buen fin de semana.Un beso, en especial para Noe,Alejandrilla, Paula R, Susana y Jacky.
Espero poder escribir algo pronto, ahora estoy unos diítas de baja...¡Mi primera baja en catorce años!...Pero os leo a menudo.
Gracias por todo

martes, 22 de septiembre de 2009

Guerra de medios


Víctor se pasó el peso de un pie a otro alternativamente para burlar el frío.Se subió también las solapas del abrigo y se cubrió las mejillas.
Llevaba un rato custodiando la entrada de un edificio en el cual acababa de entrar el marido de su cliente , y estaba furioso por haber tenido que aparcar el coche tan lejos, pero el centro se ponía imposible en invierno, y nadie parecía querer usar el transporte público.
Aquella era la primera semana que dedicaba a su nuevo encargo.La mujer había aparecido en el gabinete el martes pasado y le había pedido máxima discrección, Víctor había creído conocerla de algo, y así se lo comentó, provocando una petulante sonrisa en su estirada boca roja.
Pues claro, era una tertuliana habitual en un programa de la televisión local, así como una reputada columnista...Víctor hizo memoria...Claro, Ana Prisa...Escribía ácidos artículos sobre la jet set de la ciudad y era igualmente querida y odiada entre el público.Recordó que mantenía una guerra abierta en los medios contra su más fuerte rival, Eva Shaw, que escribía en otro vespertino del mismo éxito y contra la cual lanzaba dardos envenenados en casi todos sus textos, provocando que Eva le contestase en sus escritos con la misma mala sangre, para deleite de los lectores.
El caso es que Ana sospechaba que su marido, otro periodista, pero éste dedicado a las finanzas, le era infiel y quería contratar los discretos servicios de un detective para confirmarlo.
Así que esa noche,Víctor había seguido al individuo hasta aquel barrio residencial, y concretamente, hasta un edificio de estilo victoriano muy elegante, en el cual había entrado hacía dos horas.Tras quitar unas fotos, empezaba a plantearse la idea de dar la vigilancia de hoy por terminada, pues en todo ese rato, sólo había visto salir de allí a una mujer de largo cabello rubio con un impermeable rojo, y dedujo que el tipo se quedaría a pasar la noche.
Decidió pasar a investigar los buzones antes de irse, y se acercó al portal con sigilo.La puerta estaba cerrada, así que llamó a uno de los telefonillos, haciéndose pasar por un repartidor de pizzas, cosa que sorprendentemente, le funcionó.
Estudió la larga fila de refinados buzones lo más rápido que pudo, por si encontraba en alguno uno de los nombres que le había sugerido la señora Prisa.No, ninguna de las conocidas de las que sospechaba , figuraba grabada en el latón, pero la sorpresa fué mayúscula cuando encontró, en la placa del tercero c, el apelativo de Eva Shaw.
¡Esa sí que era buena! Probablemente, el tipo se tiraba a la enemiga acérrima de su mujer...Bueno, cosas más raras se han visto,¿no?
Estaba a punto de marcharse, cuando escuchó cómo abrían el portal y corrió a esconderse en una esquina oscura, con el corazón palpitándole en las sienes y rezando para poder salir de allí sin dar explicaciones.
Era la mujer del impermeable rojo, que volvía con algunas bolsas del supermercado, haciendo restallar sus tacones en el mármol y tarareando algo.Se detuvo frente a los buzones, dejó apoyadas las bolsas en el suelo y sacó una llave del bolsillo, con la que abrió, según pudo constatar Víctor, desde el resquicio de visión del que disponía, la trampilla del tercero c.
Vaya, vaya...no tenía mal gusto el señor Prisa...Piernas largas, cintura estrecha, un pelo largo y ondulado...
Entonces, un temible cosquilleo empezó a crecer en su nariz, no,no,no, demasiado rato al frío, trató de pinzar las fosas nasales, de cerrar los ojos, de taparse la boca, de meterse bajo el abrigo.
Atchuuuuuuuuuús!
La rubia se dió la vuelta con rapidez , las manos llenas de sobres y panfletos...Víctor se apretó contra la pared fría.
La mujer taconeó hasta la esquina proyectando su sombra en el lujoso suelo.
En cuanto la tuvo enfrente, en la penumbra, Víctor ya distinguió que algo no terminaba de cuadrar en la borrosa imagen.
-Esto...Soy, soy de la compañía de gas...Estoy buscando el cuarto de calderas...¿Podría indicarme...?
-¿Que demonios hace aquí escondido?- casi chilló la rubia con una voz ronca poco habitual, pero con un timbre casi humorístico.Debía medir por lo menos un metro ochenta y resultaba bastante amenazadora.
Víctor se escurrió hasta salir de la esquina, arrimado a la pared, y caminó hacia atrás en dirección a la puerta.
-Los vecinos se han quejado esta tarde de un fallo en el sistema de calderas y ya ve usted, con el invierno que estamos teniendo...-trató de explicar, apresuradamente.
-Ni siquiera lleva uniforme...Además,le he visto antes merodeando fuera-se bufó la mujer, que puso los brazos en jarras y se le acercó, tal vez sin darse cuenta de que la amarillenta luz de las farolas de la calle, descubría que sus facciones eran más duras, más angulosas, más recortadas de lo que uno podía esperar en un perfil femenino.
-Ostras...-susurró Víctor, aún sin comprender , intentando recordar por qué le sonaban tanto aquellos ojos grises peculiarmente rasgados....Ya le había visto antes...Sí, tal vez...tal vez en una fotografía...
-Déjese de historias-dijo la rubia, sin intentar disimular ya su tono de voz, y sacando del bolsillo una cartera -¿Cuánto le paga mi mujer?

domingo, 20 de septiembre de 2009

Algo personal

Hola,
La verdad es que me lo he pensado un poco antes de escribir esta entrada, pero es que cuando os dije que andaba algo pachucha, todas pasasteis por aquí a darme ánimos, y como además, creo que todas y cada una de vosotras (y vosotro, jaja), sois encantadoras ,he decidido contaros que estes días andaba mareadilla y un poco revuelta porque en abril del año que viene , en este piso ya no viviremos sólo dos.
Muchas gracias por vuestras atenciones y vuestro cariño, después de una semanita y pico de vacaciones, descansando, comiendo a mis horas y de puchero, durmiendo la siesta y todas esas cosas que engordan tanto, ya me encuentro mucho mejor, e intentaré pasarme por el blog aunque sea para saludaros y comentar vuestras entradas.
Un besito y muchísimas gracias

viernes, 18 de septiembre de 2009

Septiembre

Hola
Siento dejar el blog tan de lado, pero aunque estoy de vacaciones, ando un poco pachucha
En cuanto me encuentre un poquito mejor, volveré a escribir alguna cosilla.
Muchas gracias por vuestros comentarios.Un besito

miércoles, 9 de septiembre de 2009

El asesino de la camelia.Final.

Morado.Esa era la clave.
Eso era lo que se le había pasado por alto en algún momento.
La víctima tenía hebras de seda morada bajo una uña, y él, había visto una prenda morada en casa de los Mori, más concretamente, en la fotografía que tan elocuentemente le había mostrado la dueña de la casa :Un joven oriental, sonriente, ataviado con una exclusiva prenda.
Dió instrucciones a los policías que llevaban horas registrando la casa de los peculiares sospechosos ,sobre lo que debían buscar, y dió orden de llamar al hijo predilecto para esclarecer de una vez por todas los hechos.
Una hora más tarde, Haru se retorcía en la silla de la sala de interrogatorios, clamando la presencia de su abogado y señalando con un dedo hostil al inspector Reyes.
-¡No sabe donde se mete!-increpó ,con los labios temblorosos-Tengo muchos amigos que...
-Ya.Y la señorita Tanaka era uno de ellos, por eso le dejó entrar.-escupió Sánchez con desprecio, obligándole a volver a sentarse.
-Cállese y limítese a contestar a mis preguntas.¿Por qué la mató?
Haru resopló, elevando su flequillo negro sobre los ojos.
-No sé de que habla, mi abogad...
-Tengo una muestra de seda natural de color morado bajo la uña de un cadáver que no tardaré en demostrar que pertenece a una de sus idolatradas camisas.
-Ja.¿Y cree que iba a ponerme algo así si pensaba cometer un crimen?-dijo, imprimiendo un agrio sarcasmo en cada sílaba.
-No, claro.-Reyes se sentó -Tal vez no pensaba matarla.Tal vez se tomó dos copas y creyó tener el suficiente valor para ir a advertirle que tuviese cuidado...Dígame,¿que cree que buscaba Rio en su padre?
-Dinero.Dinero que algún dia será mío.-soltó tajante.-No puede haber otro motivo: le doblaba la edad.
El móvil de Reyes empezó a zumbar sobre la mesa.Contestó y asintió varias veces antes de colgar.Luego, empezo a dibujarse una extraña sonrisa en su boca.
-Lo sabía.-y empezó guardar los papeles en su carpeta marrón, como si diese por zanjado el asunto.
-¿Que es lo que sabe?-casi gritó el joven japonés, enrojecido.
-Que intentaría lavar esa camisa en el cuarto de baño de su casa.Supuse que se la habría regalado su madre y que no estaría bien deshacerse de ella sin intentarlo...-a esas alturas, el rostro de Haru parecía estar al rojo vivo.-Hay restos de sangre en el desague.-Reyes desvió la vista hacia los alguaciles que esperaban junto a la puerta.-Pueden proceder.

En toda su carrera policial, nunca había visto llorar así a un hombre.



Días más tarde,mientras el atardecer acariciaba con sus rayos las calles de Vigo, y Reyes atravesaba la Avenida de las Camelias en dirección a su casa, no puedo evitar detenerse junto a uno de los nudosos árboles y observar cómo se oxidaban sus flores en la tierra.
Suspiró y recordó con pena a la chica japonesa y con ella, recordó también lo maravillosa, explosiva y efímera, que es la belleza de las camelias.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

El asesino de la camelia.Quinta parte.


El señor Mori se miraba las manos.
Reyes entró en la sala de interrogatorios y carraspeó ligeramente, luego, se sentó y abrió el dossier de la investigación, ojeándolo sin prisa.
-¿Van a tardar mucho en revolver toda mi casa?-protestó el sospechoso con un hilo de voz.
El inspector sacó su móbil y lo dejó sobre la mesa.
-Dígame...¿que clase de relación exactamente,le unía a la víctima?
El nipón se encogió de hombros.
-Era la hija de un buen amigo...-respondió, sin mirarle a los ojos.
-Ya-convino Reyes, se incorporó y fué a sentarse lo más cerca posible del individuo.Consultó su reloj de pulsera, un recuerdo de su abuelo,con un gesto exagerado.
-Verá. La situación es ésta : tiene usted un pie en la cárcel.Puede seguir mintiendo ,o bien , contarme la verdad, declararse culpable si es preciso, y ahorrarnos mucho tiempo.-se cruzó de brazos y lanzó un largo suspiro.
Los labios del señor Mori comenzaron a temblar convulsivamente.
-Yo...yo no la maté...-sollozó por fin, hundiendo la cara entre las manos- Se lo juro...
-¿Y por qué ,entonces, conocía el detalle de la flor?- bramó el inspector ,perdiendo la paciencia.-Está bien, está bien...dejaré que me lo explique...
-Ha...hacía mucho tiempo que no la veía...y ...el año pasado, acudió a una exposición de mi galería...No sé como, terminamos tomando un café, y bueno...-esbozó una ligera sonrisa-Era realmente encantadora...
-O sea, que eran amantes...
-¡No!-el señor Mori levantó la vista hacia el policía -Bueno, tal vez...estuvimos juntos casi un año, después, nos separamos y ella comenzó a salir con ese compañero suyo...me pidió ayuda cuando él la acosó...no tenía a nadie más aquí...y entonces...decidí que no podía dejarla marchar....yo la quería de verdad,¿sabe?...
Reyes abrió el dossier por una página en la que había pegado un post it.
-Vive usted en una urbanización muy lujosa...y sin embargo...el estado de sus finanzas deja mucho que desear...el año pasado se enfrentó a pérdidas millonarias y debido a eso ha estado a punto de perder la galería...-se sacó las gafas de leer y las limpió con el faldón de su camisa.-Por otro lado, la señorita Tanaka retiró de sus cuentas durante el mes pasado, varias cantidades inusualmente desorbitadas para alguien que ni planea comprar una vivienda, ni hacer un viaje, y que ni siquiera tiene coche...Deduzco que fué muy lucrativo para usted seducir a la hija de un hombre rico...
-¡No tiene ni idea de lo que dice!-el señor Mori batió la mesa con la palma de la mano.-!Yo la quería!...Era sólo un préstamo...¡Iba a devolvérselo en cuanto pasase esta maldita crisis!
-No se altere.-ordenó Reyes-No le beneficia.Y ahora, cuénteme por qué la mató.
-¿Acaso tengo que repetírselo?-Se dejó caer pesadamente en el asiento.-Esa noche fuí a verla, sí...Pasé por casa y corté varias camelias para llevarle un ramo...Le encantaban...
Eso explicaría la pisada de tierra, pensó el inspector, asintiendo en silencio.
-Entré con mi propia llave y ...la encontré allí...tirada...rodeada de sangre...Y sí, me asusté...Empecé a escuchar voces que subían la escalera...Pensé que estaba muerta...Que alguien había llamado a la policía...Y no vi que una de las camelias se había desprendido del ramo hasta que estaba retrocediendo en el umbral...Tuve miedo...Me marché...Oiga-su voz sonaba rota, ahogada y Reyes ,maldijo al instinto que le sugería que aquel hombre decía la verdad- Si de algo soy culpable, es de ser un cobarde...
Veinte minutos más tarde, el hijo de los Mori, un chico singularmente guapo y elegante, ocupaba el mismo asiento que su padre.Se removía incómodo, y no dejaba de decir que era la segunda vez que pasaba por aquello siendo inocente.
-A ver...Después de comprobar su coartada del día de autos, en la que usted afirmó haber pasado la noche con varios profesores del centro donde trabaja, hemos descubierto que dos de ellos afirman que sí, que tomó algunas copas después de la cena, pero que después, se marchó apresuradamente alegando no encontrarse bien...-Reyes le miró por encima de las gafas.
-Jaja...¿Es eso un delito?- dijo socarrón.-Me empezó a doler la cabeza y volví a casa.
-Ya...Y supongo que, y a estas alturas de la investigación no pienso mantener ningún secreto...Usted desconcía la aventura que su padre mantenía con la víctima...
-Por supuesto.-sentenció tajante, aunque no demasiado sorprendido.-Mi padre tiene debilidad por las jovencitas según parece.Pero no, no sabía que Rio y él estaban juntos, me resulta difícil de imaginar...Aunque claro,el dinero a menudo es demasiado tentador...
-¿A que se refiere?
-Oh,a nada...
-Bonita camisa-observó Reyes,de repente, desconcertando a Haru y haciendo que éste se recolocase el cuello.
-¿Le gusta?...Es seda natural...de Hermés, un regalo de mi madre...Apuesto a que no conoce esta marca.
-Pues no.-(Menudo imbécil)-Debe ser muy cara.
-Créame, necesitaría varios sueldos para pagarla.Mi madre opina que un buen atuendo es imprescindible...Sobre todo cuando perteneces a una clase social y te ves obligado a hacer negocios con personas poderosas...A veces les echo una mano en la galería, trato con gente importante...Y voy a fiest...
-Creo que puede irse.-cortó Reyes moviendo la mano en dirección a la puerta.
Reyes estaba deseando quitarse a aquel estúpido de delante.
La señora Mori ,entró dejando una estela de suave perfume.Posó sus uñas rojas sobre la basta mesa, que pareció aún más deslucida bajo sus inmaculadas manos.
-Espero-dijo con suavidad-Que mis porcelanas no sufran nigún daño durante el expolio que se está realizando en mi vivienda.
El inspector empezó a notar un calor insoportable y entreabrió la puerta.Aquella mujer conseguía hacerle sentir torpe.
-Le prometo que estarán a salvo...-dudó varias veces antes de continuar, pues aquel bello rostro le inquietaba demasiado.-Verá...Su marido, en fin, la señorita Tanaka y su marido eran amantes...¿Lo sabía?
La señora Mori ladeó la cabeza y sonrió tristemente.
-Sé que me engaña constantemente, pero...Hasta esta mañana, no tuve la certeza de quien era su amante.Luego, todo encajó.
-Me temo que la encuentro demasiado inteligente para haberlo ignorado.
-Oh- soltó una risita y se recogió dos mechones de pelo azabache detrás de las orejas- Lo hubiera descubierto si hubiese querido, pero decidí que no quería saberlo...Incluso mi hijo, mi adorado Haru, me advirtió sobre una conversación telefónica que había escuchado sin querer en la galería...Mi marido le prometía a alguien que me dejaría. Pero sé que no sería capaz.Dependemos de nuestra imagen para con nuestros clientes...Un escándalo así nos hundiría.
-¿Todavía más?
-¿De que me habla?
-¿Desconoce entonces que su empresa está al borde de la bancarrota?
-Imposible, mi marido vendió el mes pasado una colección muy importante...Yo misma vi los cheques.-su rostro era tan inaccesible que Reyes ,por priera vez en mucho tiempo, no supo leer sus expresiones.
Durante el almuerzo,mientras la mayonesa de su bocadillo goteaba sobre los folios y Sánchez sorbía una cerveza a su lado, no dejaba de darle vueltas a algo que, a pesar de que había estado delante de sus narices, se le estaba pasando por alto.
-Jefe, ¿por qué demonios no arresta a ese tipo?La pisada, la flor,el móbil...Todo apunta a que él es el asesino...Debería dejar de darle vueltas a todo...El camino para llegar a la verdad, muchas veces, es el más sencillo...
-Lo sé...-suspiró el inspector.
Entonces Sánchez se levantó en dirección a la ventana, se llevó el botellín a la boca mientras caminaba y uno de sus muslos se estampó contra la esquina de la mesa del inspector.Soltó un doloroso aullido y empezó a saltar a la pata coja.
-Tenga cuidado ,hombre-protestó Reyes, recogiendo los lapiceros que acababan de caerse.
-Y esto no es lo peor...-se quejó Sánchez-Mañana va a salirme un buen morado...
-¿Que ha dicho?
Reyes miró a Sánchez fijamente, luego, rebuscó frenético entre las hojas del dossier y finalmente, dejó caer su grasiento dedo sobre una de las líneas del informe del laboratorio.
-Aquí está- dijo al fin, sonriente.
¿Y vosotr@s? ¿Quien creeis que es el asesino?

martes, 1 de septiembre de 2009

El asesino de la camelia.Cuarta parte.


Reyes tuvo que forcejear un poco con la pesada puerta, pero consiguió abrirla antes de que ninguno de los Mori se le anticipara.
En efecto, la entrada daba a un pequeño jardín posterior, que, a diferencia de lo que había suscrito el dueño de la casa , estaba excepcionalmente bien cuidado.Rosales, rododendros, geranios, pequeñas palmeras y varios árboles de camelias de distintos colores, se distribuían alrededor de un cenador situado sobre
el césped.
El inspector se adentró en el jardín y aspiró el olor dulzón de las flores.Luego, se acercó a los árboles y recogió del suelo un ejemplar de camelia rosada que estaba a punto de deshacerse.
-Son bellísimas, pero tan perecederas...-advirtió el señor Mori, nervioso.Había seguido sus pasos, y su vista se perdía en el fondo de un estanque cuajado de nenúfares.
Reyes envolvió la flor en un pañuelo y la guardó con cuidado en el bolsillo.Luego, volvió a entrar en la casa y dirigió una mirada elocuente a Sánchez, que había permanecido junto a la dueña de la casa.
-Creo que es todo.Sánchez, nos vamos...-sentenció.
-Espere...-llamó el japonés, apresurado,pasándose la mano por el negro cabello con desasosiego.
El inspector giró sobre sus talones.
-El tener algunos árboles con camelias...no me convierte en el asesino,¿verdad?
-Oh,claro que no.-contestó el policía ,encogiéndose de hombros.Luego, se despidió de la hermosa mujer con un gesto de cabeza, y salió a la calle seguido de su compañero.
Una vez en el coche, Sánchez suspiró y guardó sus notas.
-¿Cual es el siguiente paso?-preguntó mirando a su jefe.
Reyes notaba el penetrante olor de los pétalos marchitos dentro del bolsillo.
-Pues volver mañana con una orden de registro.El dato de que encontramos una camelia junto al cadáver ,no ha trascendido a ningún medio de comunicacion...Y el señor Mori, sin duda, conocía ese hecho.
Unas horas más tarde, mientras el color de los rayos del sol que se filtraban entre las persianas de la comisaría, tornó de naranja a rosado, uno de los hombres que investigaban el caso, golpeó con los nudillos en la puerta de Reyes.
-Tenemos el registro de llamadas.-dijo, meneando un pequeño fajo de folios.
-¿Y?- Reyes estaba ensimismado, observando las fotografías del crimen, y dándole vueltas a su pluma entre los dedos.
-Aparece el mismo número varias veces ...Y un par de ellas el día de su asesinato.Hemos comprobado que pertenece a la galería de arte TokyoArt cuyos propietarios son...
-El señor y la señora Mori...-terminó el inspector, sin rastro de sorpresa en la voz.-¿Tenemos la orden?
-Ajá.El juez acaba de emitirla.
-Está bien, hágame el favor de avisar a Sánchez...llevaremos el registro a cabo mañana temprano,y si hay suerte, tendremos al asesino antes de que termine el día.
El hombre asintió y desapareció de nuevo.
Reyes apoyó la cara sin afeitar sobre las manos y cerró los ojos.
Imposible, se repetía una y otra vez,cómo puede ser alguien tan tonto...Dejar una pista tan clara...Sabía, aún antes de que la chica pelirroja del laboratorio entrase aquella tarde en su despacho, que las flores eran iguales, y es más, el diminuto resquicio de tierra hayado en sus hojas, revelaba que habían crecido en el mismo jardín...No obstante, la experiencia de Reyes le advertía de que tal vez aquel crimen no iba a tener una respuesta tan obvia...Aunque, bien es cierto, que muchas veces, los asesinos que se mueven siguiendo sus pasiones, olvidan los detalles más absurdos.
Apagó la luz y se fué a casa.

lunes, 24 de agosto de 2009

El asesino de la camelia.Tercera parte.




En cuanto aparcaron el coche patrulla, Reyes dejó escapar un silbido al contemplar la magnífica urbanización en la que los Mori tenían su casa.No en vano, el matimonio poseía una de las galerías de arte más prósperas de Galicia.

Se acercaron a la fastuosa escalinata y pulsaron el timbre, que emitió una melodía de aire oriental.Sofocaron una risita.

Abrió la puerta casi al instante, como si supiese que tenía visita de antemano, una mujer que a Reyes le pareció la más hermosa que había visto en su vida.Llevaba el oscuro cabello recogido en un impecable moño adornado con horquillas y vestía una especie de blusón de vistosos colores.

-Somos policías...desearíamos hablar un momentito con usted acerca de la muerte de la señorita Tanaka.-explicó Sánchez, al notar que Reyes parecía incapaz de articular palabra.

La espectacular mujer se hizo a un lado sin decir nada y penetraron en un salón inmenso, atestado de muebles lacados con exquisitos grabados, enormes figuras de porcelana de diferentes motivos, entre los que se contaban varios dragones y un Buda,todo ello iluminado por amplísimos ventanales.Remataba la decoración una kilométrica alfombra de lana y un tresillo de piel.

-Lamentamos mucho lo de su sobrina- atinó a decir Reyes, sacando a duras penas su bloc de notas.

-Una noticia horrible...- dijo la mujer la japonesa con voz casi inaudible.-Pero no era mi sobrina.Mi hermana fué la primera mujer del padre de Rio, y no tuvieron hijos.-después, sonrió con dulzura -Aunque la considerábamos parte de nuestra familia, por supuesto.

-Ya...¿donde está su marido?-preguntó Sánchez mirando derredor ,y tal vez calculando lo que debía costar aquella opulenta decoración.

-LLegará dentro de un rato de la galería.Hoy nos visitaban unos clientes muy importantes.¿Les apetece un té?

Después de asentir con vehemencia, aunque bien hubieran preferido un café o una cerveza, la señora Mori se deslizó con pequeños pasos hacia la cocina.Sánchez propinó un buen codazo a Reyes en cuanto la mujer se perdió de vista.

-Compórtese por favor, se le está cayendo la baba.-le recriminó con dureza.

-¿De qué habla?-protestó el inspector sonrojado.

La señora Mori regresó con una humeante tetera sobre una bandeja de madera tallada y la depositó sobre la mesita del salón.Sirvió con delicadeza las tazas y se las acercó.

-Gracias-musitaron al unísono.

-En fin...-empezó Reyes tratando de sonar profesional.-Empezaremos por preguntarle cuando vió a su sobrina o como quiera llamarle ,por última vez...

La mujer elevó la vista al techo y suspiró antes de contestar.

-No venía mucho por aquí últimamente...Cuando su madre se marchó a uno de sus esperpénticos viajes y la dejó sola ,tratábamos de invitarla a menudo...Pero ya hace unos meses que no la veíamos...

-Su padre dice que ella tuvo en ustedes a su segunda familia.

Su rostro níveo se tensó ligeramente.

-Bueno, me hubiese gustado que considerase a mi hijo Haru como un candidato a tener en cuenta, pero Rio prefería lo occidental...en general...-sonrió con una mezcla de tristeza y cinismo.-Mi hijo...-señaló una fotografía donde se apreciaba a un joven sonriente -Le consiguió el trabajo de profesora de inglés en el colegio donde él trabajaba y del cual era socio...Un chico por el que muchas mujeres matarían....Un estudiante modélico, un hijo ejemplar...

-Ya-cortó Sánchez, impaciente.-O sea que hace meses que no la veían.

En ese momento, se escuchó el roce de una llave en la cerradura y el señor Mori entró portando un abultado maletín negro.Se quedó estupefacto en el umbral de la puerta del opulento salón.

-Querido...-la mujer se levantó y le libró del peso del portafolios.-Estes amables policías han venido a hacernos algunas preguntas sobre la hija de Misaki...Ya les he dicho que hace mucho que no se dejaba caer por aquí.

El rostro del hombre se mostraba ojeroso y cansado, como si llevase una semana sin dormir.

-¿Se sabe algo ya acerca del asesino de Rio?-preguntó costosamente.-No puedo creer que...Dios mío..Era tan joven...-se dejó caer pesadamente en el sofá.-Dígame que tienen algo.

-Hum...de momento no podemos desvelar ningún detalle de la investigación, pero le aseguro que estamos trabajando en ello con todos los medios a nuestro alcance-contetó Reyes, bastante sorprendido de lo afectado que estaba el señor Mori, en comparación con su mujer.

De pronto, levantó la vista, rodeó la estancia con aire meditabundo, y dejó caer el peso de su mirada sobre una puerta que hasta entonces le había pasado desapercibida.Estaba junto a un ventanal panelado con un estor de tablillas.

-¿Adónde da esa puerta?-preguntó, levantándose antes de que ninguno de los dos respondiese.

-Al jardín.-contestó el señor Mori.-Pero está un poco abandonado,no es nada digno de admiración.

-Vaya.-Reyes empezó a caminar hacia la puerta de madera ,por la que se filtraba una tenue luz.-Eso ,si me lo permite, lo decidiremos nosotros.



miércoles, 12 de agosto de 2009

El asesino de la camelia.Segunda parte.


Recién llegado de Tokyo, el señor Tanaka cruzó el umbral de la comisaría ,ataviado con un impecable traje gris , que , según calculó Reyes, debía costar una fortuna, y un semblante abatido.
-Buenos días ,señor...-empezó el inspector mientras cerraba la puerta del despacho.
-Tanaka.Espero que estén haciendo todo lo posible por encontrar al asesino de mi hija.-dijo con un casi perfecto acento español.Tenía los pequeños ojos cercados de ojeras.
-Por supuesto.Estamos interrogando a todos sus conocidos....Por cierto...¿Sabe si últimamente se veía con alguien?
El nipón se quedó pensativo un momento y al fin, contestó.
-Sé que me lo habría dicho.Rio es-apretó los labios antes de cambiar el verbo-Era... una chica muy reservada, pero siempre mantuvimos una relación de sinceridad mutua...Durante sus vacaciones de Navidad fué a visitarme y me contó que ya no estaba con el profesor...-una lágrima amenazaba con desprenderse de su retina de un momento a otro.-Y hablaba con ella a menudo por teléfono...Sé que apenas salía...
-¿Y no le contó también que ese hombre la estuvo acosando al final de su romance y que le había puesto una denuncia hacía dos meses escasos?
El señor Tanaka abrió los ojos como platos.
-¿Y a que esperan para detenerle?-increpó -Tiene que haber sido él...
-Necesitamos pruebas.Los del laboratorio están en ello...Confío en resolver pronto el crimen de su hija...Pero tengo que saber si había alguien más en la ciudad a quien ella conociera...El asesino no forzó la puerta, lo que nos hace suponer que confiaba en esa persona...
El japonés lo meditó sólo un segundo.
-¿Han hablado ya con Haru?Es el sobrino de mi primera mujer...trabaja en el mismo colegio...De hecho fué él quien la recomendó como profesora de inglés...
-Sí.Me temo que sí, aunque parece que no tenían mucho trato.
-Ya.Cuando mi segunda mujer y yo nos separamos ,ella decidió regresar a España para seguir con su trabajo de pintora, y se trajo a la pequeña.Los padres de Haru eran conocidos de Marian, son marchantes de arte, y fué la madre de Haru quien nos presentó, así que ambas,una vez de vuelta en España, los visitaban a menudo.Rio fué invitada en infinidad de ocasiones cuando decidió, años más tarde, no seguir a su madre y quedarse aquí.
-Hum.-Reyes necesitó un tiempo para asimilar el peculiar árbol genealógico.Garabateó unas notas en su libreta.-Creí que su ex mujer estaba muerta...-recordó al fin.
-No.Es pintora y los artistas , ya sabe, necesitan cambiar de aire a menudo...Está en Tibet...-entornó los ojos con desaprobación.-La he llamado esta mañana para comunicarle la noticia...¿Sabe?Necesito terminar con todo esto muy pronto...Quiero repatriar el cadáver de mi hija y enterrarla con sus abuelos en Tokyo.-la voz se le quebró al terminar la frase.
Reyes, en un gesto insual en él, apoyó su callosa mano sobre la del señor Tanaka.
-Descubriremos quien le hizo esto a su hija...Pero de momento...¿Puede darme la dirección de esas personas a las que acaba de mencionar?




Sánchez entró en el despacho a las diez y cuarto agitando unos papeles.LLevaba una taza de humeante café en la otra mano.
-Jefe...los resultados de la autopsia.-anunció a voz en grito.
-Siéntate y léemelo por favor...no encuentro las gafas en este maldito escritorio.
-Está bien...-se despatarró en la silla y empezó a pasar las páginas con brío.
-Resumiendo...No hubo agresión sexual...Simplemente el asesino apareció y le asestó un golpe en la cabeza con un objeto conduntente aún sin determinar...No hay huellas dactilares en el piso pero sí una perteneciente a un zapato de hombre cuya composición tardarán un día más en analizar pero que parece tierra...Y ¡ah!- soltó triunfante acercándose tanto a Reyes que casi le vierte el contenido de la taza encima.-Han encontrado una hebra morada bajo una de las uñas de la víctima...Parece hilo...
-Ajá...supongo que eso también tardará..
-Sí...Necesitan más tiempo para saber la procedencia.El resto, nada en especial...que se aprecian heridas defensivas ...También está el cálculo de la hora de la muerte...que el forense estima hacia las once de la noche del lunes.
-¿Que más estamos haciendo al respecto?
-Pues...los de informática están analizando su portátil...y verificando las últimas llamadas que realizó desde su móbil...Y ...-recordó algo de pronto y rebuscó entre los documentos.-Es sobre la flor...Llamé al instituto botánico y se la hice llegar.Esta mañana a las ocho en punto me enviaron un fax con la información.-carraspeó para hacerse un poco el interesante-Se trata de una camelia, también llamada Rosa del Japón, cultivada con éxito aquí en Galicia por nuestro ambiente húmedo, con lo cual podría darse en cualquier jardín de la ciudad, no es una pista muy fiable y ésta en concreto pertenece a una variedad muy común...
El inspector Reyes se levantó de un salto y se zambulló en su chaqueta de pana.
-Todo eso está muy bien, pero ahora tú y yo tenemos que hacer una visita.
El detective Sánchez le miró extrañado.
-Creí que ya habíamos interrogado a todos sus conocidos...-murmuró.
-Y yo...Pero resulta que hay algunas piezas más en el tablero.-Tomó su libreta de la mesa y se la guardó en el bolsillo.-Espero ser capaz de recordar este apellido sin tener que recurrir a mis apuntes.






Bueno, a ver si tantas noches viendo csi no fueron en balde...Perdonadme los errores que podais encontrar...
Os dejo por hoy que es un poquito tarde.
Besos





domingo, 9 de agosto de 2009

El asesino de la camelia.Primera parte.

El inspector Reyes rodeó el cadáver,se agachó, y con ayuda de unas pinzas que extrajo del bolsillo superior de su camisa, levantó la flor del suelo, que yacía junto a la larga melena oscura.El detective Sánchez se acercó hojeando su libreta de notas, nervioso en su primer caso importante.

-¿Que sabemos de la chica?- preguntó Reyes ,observando la camelia en la claridad de la ventana.Y luego ,sin esperar respuesta, empezó a elucubrar.-No tiene manchas de sangre...O sea que la arrojaron junto al cadáver después del crimen...

-Buenos días, jefe...No, no debería tocar nada de la escena ...-Reyes le dirigió una mirada felina.Sánchez carraspeó antes de hablar-La...la chica vivía sola...Su vecina dice que ayer ni siquiera la vió salir de casa...Que no sabe si tuvo alguna visita y que apenas tenía amistades en la ciudad...

-¿A quien hay que avisar, entonces?-inquirió Reyes, dejando la flor de nuevo en el sitio donde la había dejado el asesino.

-A su padre...Los del colegio en el que trabajaba dicen que es su único familiar vivo.

En ese instante, los ayudantes del forense procedieron al levantamiento del cadáver ,tras fotografiar y tomar huellas por toda la habitación.Reyes se retiró a una esquina del apartamento y observó el cuidado mobiliario, las cortinas paneladas de colores suaves, el orden imperante.En una repisa a su lado, una chica de dulces ojos rasgados y tez pálida, sonreía junto a un hombre mayor, de rasgos orientales.

-Su padre es japonés.-informó Sánchez, como si estuviese leyéndole la mente.

-Chicos,-llamó Reyes, levantando el dedo en dirección a los operarios ,que estaban cerrando la bolsa plástica sobre la camilla.-Quiero los resultados de la autopsia y de cualquier tipo de residuo o prueba que hayais encontrado cuanto antes.Necesitamos algo con lo que trabajar.

-Claro.-contestó uno de ellos con marcada desidia.

Luego se giró hacia Sánchez, cuya frente empezaba a estar perlada de sudor.

-Llamaremos al Padre.Y averigua algo sobre esta tipo de flor...A ver de donde puede haber salido-ordenó.-Y que pasen por comisaría también todos los compañeros de trabajo...Empieza con las llamadas, no podemos perder ni un segundo.

El primero en ser interrogado fué un joven profesor con el que la víctima había tenido un romance el pasado otoño.Lo curioso fué que el tipo tenía una denuncia por acoso una vez finalizada la relación, y eso lo convertía en el principal sospechoso.Se mostró histérico al enterarse del asesinato, y parecía desolado por la noticia.Apenas se defendió cuando Reyes insinuó que tenía un buen motivo para matarla.

La segunda en pasar por la sala de interrogatorios fué la directora del centro, una mujerona de casi metro noventa, hosca y con cara de pocos amigos, que lo único que repetía era lo escandaloso que iba a resultar todo aquello para la reputación del colegio.

El tercer entrevistado fué un profesor de música, curiosamente primo lejano de la chica, con la que apenas tenía trato, a pesar e ser compañeros y tener lazos de parentesco.El chico apenas levantó la vista de las manos durante el tiempo que duró la visita.

Todos los demás interrogados tenían coartadas bastante sólidas para la noche anterior, y no sabían apenas nada de la joven maestra, a la que definían como introvertida y extremadamente seria.

-¿Cuanto tardará en llegar su padre?-protestó Reyes, cruzando los pies sobre la mesa ,estirando los brazos para desperezarse y dejando a la vista dos oscuros cercos bajo las axilas, producto de muchas horas encerrado.

-A ver si se piensa que Japón está junto a Toledo-contestó Sánchez, que tecleaba con habilidad en un enorme y antiguo ordenador.Se sopló el rubio flequillo para apartárselo de la frente.

Reyes se levantó y se puso la raída chaqueta.Tenía ganas de volver a casa y descansar un poco.

-¿Ha llamado ya el forense?-preguntó antes de salir, poniendose un cigarrillo en los labios.

-Deles tiempo, jefe.

Pero la paciencia no era precisamente, parte de sus virtudes.

Hola, en menuda camisa de once varas me he metido hoy...A ver si salgo airosa.Es que se me ocurrió este comienzo esta mañana y como no hay que trabajar...

Un besito a todos








viernes, 7 de agosto de 2009

Mis respuestas y mis nominados


Las reglas de este premio son:
1- Enlazar al blog que te lo entregó.
2- Poner en tu blog las reglas.
3- Entregarlo a 6 amig@s.
4- Avisarle en su blog que tiene un premio.

- Contestar las preguntas siguientes

1- ¿Por qué te decidiste a crear tu blog?

Pues supongo que como todos los que blogueamos, lo utilizamos como una válvula de escape, un espacio en el que te expresas, cualquiera que sea la idea o la temática.Yo lo creé para dar rienda suelta a esas historias que me rondan a veces la cabeza, y se ponen tan pesadas, que hay que escribirlas.

2- ¿Cuánto hace que lo tienes?
Lo empecé en enero de 2009

3- ¿Qué sentimientos tuviste a través del mísmo?
De todo un poco, a veces alegría, a veces desencanto, a veces satisfacción, y otras ,ganas de cerrarlo.

4- ¿Cosechaste muchos amigos?
Bueno, estamos en ello, poquito a poco voy conociendo a otros blogueros, o a gente que no tiene blog, como Jacky.
También me comentan amigos a los que tengo la suerte de ver a menudo, mis hermanas y otros a los que veo menos, por desgracia.


5-¿Que es la amistad para vos?
La amistad está por encima de todo, también creo que no hay amor sin amistad.
Pero los buenos amigos, son incondicionales ...y el amor no tanto.

6- ¿Qué te gustaría decirle a un/a amig@ hoy?
Hum... que cuente conmigo

7-¿Que esperas de una amistad?
Que sea recíproca, pero tengo suerte, y siempre he tenido grandes amigos...incluso aquí, sin ir más lejos, hay un montón de almas afines.

Y mis nominados son,( como no sé enlazar, sólo teneis que mirar en la columna de la derecha)


-MaiV, del blog ``Unas pocas líneas´´, a la que acabo de conocer, y espero poder seguir leyendo mucho tiempo.

-Jorge ,del blog ``A la sombra de un carbayón´´,que nos tiene abandonados,...y te lo perdono por lo que tú y yo sabemos ,pero escribe pronto por favor...

-Mi Laisa , de ``Sobrevivir a la crisis´´, que ya se lo he dicho mientras cenábamos hoy, jeje
-Y a mis hermanas Sarix y Raquel, y por supuesto a Jacky, que no tienen blog, pero que bien merece un premio de amistad.

No sé si he realizado bien los pasos, y me faltan un par de nominados, pero es que ya estaban cogidas Paula R y Alejandrilla!!!!
UN BESITO











Un regalo de Amistad

Hola chic@s, y no pongo chicas sólo porque sé que Jorge de vez en cuando se pasa por aquí, y por respeto a él ,sigo conservando el chic@s, jaja.
Esta entrada es para agradecer a ese angelillo bloguero de Noemí, un precioso regalo que ya he procedido a colgar ,en el salón de esta casa.
Esta noche, pondré mis nominados, que no sé si llegarán a seis, jaja...y responderé a las preguntas, aunque creo que serán respuestas idénticas a las de Noe
Un besito y gracias

jueves, 6 de agosto de 2009

Novela negra :Los gritos del pasado

Hola
Parece ser que la literatura sueca vive su momento de oro, y después del éxito de Stieg Larsson, el resto de Europa empezamos a interesarnos por otros autores.
Estoy leyendo ``Los gritos del pasado´´, de Camilla Lackberg, que compré hace unas semanas, y la verdad es que engancha bastante.
La historia es buena, pero me sucede como con ``Los hombres que no amaban...´´, los encuentro demasiado sistemáticos.Es como leer una película.
Voy a empezar a escribir un relato para un certamen, así que no voy a actualizar de momento con otro cuento.
Me siento aquí y el par de horas que tengo libres, vuelan, es increíble...¡Por Dios, que lleguen pronto las vacaciones!.Aunque no sé si os pasa, pero luego, cuanto menos hago, menos quiero hacer.
Por cierto,aunque no es seguro que vaya, por motivos ajenos a mi voluntad, snif,me gustaría que me recomendaseis algún hotel de París, a buen precio,claro,o alguna recomendación que se os ocurra.
Ah, y estoy viendo los vuelos de Ryan Air, pues ya fuí a Londres con ellos, pero creo que ahora la cosa tiene más trampa, y acabas pagando una cifra muy superior a lo que sale en la página final...¿Alguien sabe algo?

Un besito y gracias.

sábado, 18 de julio de 2009

Microrelato : Metáfora de un mal día


Imaginad un pequeño pueblo azotado por la venganza líquida de una tormenta.
Imaginad que hay una mujer con la nariz pegada al cristal de una pequeña casa, casi colgada al borde de un acantilado.Las gotas martillean el tejado con furia.
El mar ruge, se aremolina en olas verdes con las crestas rizadas del color de la ceniza, casi se funde con el gris del cielo, con los jirones negros de las nubes desgarradas.Apenas un rayo de sol, débil, blancuzco, consigue colarse por una grieta de la oscura bóveda celeste y deslizarse hasta rozar la superficie inquieta del agua.
Imaginad como los rayos golpean el horizonte y las descargas de luz parecen hacer explotar el tormentoso paisaje.
Y la mujer se siente atrapada, impotente, y reza para que su casa no sea arrancada del precipicio por la fuerza del viento que trastea contra las maltrechas paredes y aúlla por debajo de las puertas.
No os preocupéis que no he tenido ningún mal día, pero se me ha ocurrido que alguna vez he sentido algo muy parecido a esto .¿Nunca os ha pasado?.
Un besito a tod@s

Gracias por votar

Hola amig@s
Gracias Noe,Raquel, Alejandrilla, Jorge y Jacky por votarme en los premios 2oblogs.
Que ilusión que os pasaseis a dejar un comentario por allí, en serio, es un detalle.
Ayer noche, actuaron en el parque de Castrelos de Vigo, cerquita de mi casa, el grupo Keane.Impresionante, ya les había visto en Oporto hace dos años, y la verdad es que suenan de vicio y merece la pena ver su espectáculo.
Ah, otra cosa.
Hace un rato, leí un post de uno de los blogs que suelo visitar, ``Sabe a sugus´´y dejé un comentario, en el que he estado pensando un rato.
Creo que a toda la gente aficionada a escribir, le ha pasado como a mí.Desde que tengo uso de razón, me encanta inventar historias.No tengo técnica y soy una impaciente,vaga para documentarme, desisto cuando algo se complica...en fin, un poco desastre.
Para mí es un honor que me visiteis y leais, y os considero, a algunas de vosotras, a las que ni siquiera conozco en persona, casi casi amigas.
Pues eso, que en este blog escribe una chica, Alejandrilla, y tiene el detalle de tener una lista de Blogs Perfectos, en los que , para mi sorpresa, figura el mío...Muchas gracias, Alejandrilla, eres un sol, te agradezco mucho más yo a ti que te pases por aquí, y te animo a seguir, pues lo haces muy bien.
Si uno escribe, no puede dejarlo...Yo estuve unos años sin escribir, como le comentaba a ella en el post...que si es una basura, que si vaya pérdida de tiempo, soy más mala que el hambre...¿y qué?Escribo, me divierto, me evado, me vacío.No puede ganar todo el mundo, y la mediocridad está subestimada...¿como iban a resaltar entoces los genios?...
Un besito, y gracias de nuevo por votar

domingo, 12 de julio de 2009

Ojos de niño

Recordatorio para mi próxima vida, si es que existe la reencarnación:
Dedicarte a algo que no implique trabajar los sábados.
Hola a tod@s .¿Que tal el fin de semana?.Me asomo a la ventana y el cielo está nublado.Este es un verano gallego como los de antes...Ya estábamos mal acostumbrados estes últimos años.
Por cierto, he tenido la osadía , o la poca verguenza, de inscribir el blog en los premios del diario 20 minutos, y no lo digo para que os veais obligados a votar,eh?.No espero ganar ni por asomo, y tampoco me preocupa, son cosas que se hacen sin pensarlo mucho.
Bueno, os dejo con una historia.





Ojos de niño





Soy un niño.Y eso no significa que sea alguien que no se entera de nada, y que parece que siempre esté ensimismado con sus juegos y sus ensoñaciones...Aunque eso debía pensar mi padrastro aquel sábado por la noche, cuando, como tan a menudo hacía, robó el dinero que mamá guardaba en la cómoda, antes de que ella llegase de trabajar, muy tarde por cierto.
Supuse que cuando llegara se pondría a pegar gritos porque todo estaba patas arriba, y el volumen del televisor demasiado alto.
Mi padrastro, Edi, vivía con nosotros desde hacía seis meses.Nadie pidió mi opinión cuando apareció en el apartamento con una bolsa de deporte vieja, y me sonrió con fingida alegría.
Mamá parecía contenta, por primera vez en mucho tiempo, y yo me limité a quitarme del medio.
Tardó mucho en darse cuenta de que la cajita de porcelana en la que guardaba su sueldo de la semana, parecía tragarse el dinero.Yo la veía vaciar y contar su contenido varias veces, hasta convencerse de que tal vez había gastado más de la cuenta sin reparar en ello.¿Como podía ser tan tonta?...murmuraba sentada en la cama...``Seguro que cogí los cincuenta euros para algo y no me acuerdo´´...Me sonreía.
Edi no trabaja.Ni siquiera me llevaba a la escuela.Simplemente, desaparecía unas cuantas horas, diciendo que había estado buscando trabajo.Los niños sabemos cuando mienten las personas.Cómo hacen girar la vista mientras se inventan lo que dicen...Sin embargo, mamá le creía...Todavía me entristece ver cómo le sigue creyendo...aunque tenga que limpiarse el sudor de las manos en los pantalones, aunque le tiemble la voz cuando trata de mantener a flote sus excusas...
El día que todo terminó, yo estaba jugando en el pasillo con un coche de bomberos, regalo de mi abuela las pasadas navidades...En aquel piso ni siquiera tenía una habitación para mí.Yo dormía en el sofá cama de la salita, y recuerdo lo mucho que me molestaba la luz que se filtraba por las persianas rotas.
Era sábado como he dicho, y Edi se levantó en mitad del partido de fútbol, me miró de reojo y fué directo a la habitación.Abrió la chirriante cómoda y escuché el tintineo de la cajita de porcelana.Pobre mamá.
Edi salió de la habitación y me miró.
-¿Pasa algo, enano?
Negué con la cabeza porque Edi ,me daba mucho miedo.
Pensé que iba a dejarme tranquilo, porque yo puedo hacer que parezca que no he visto nada, pero decidió asegurarse, de la forma más estúpida en la que podía hacerlo.
-Sólo he ido a buscar ...mis zapatillas...
Me encogí de hombros y seguí concentrado en el rojo de mi coche de bomberos.Pero algo me traicionó, puede que la mirada acusadora que se escapó, en contra de mi voluntad...que flotó y rebotó contra la cara mal afeitada de Edi...
El se acercó y se agachó para ponerse a mi altura.
-¿Que has visto...?
-Nada.-susurré.
-Repito.¿Que has visto?-sus ojos eran tan oscuros...
Y las palabras salieron de mi boca sin poder contenerlas, como si fuesen palabras salvajes que nadie puediese controlar.
-No deberías robar el dinero de mamá.






Mamá le creyó.Como siempre.Edi le contó que me había golpeado al tropezarme con algún juguete, y que, aunque trató de llevarme lo más rápido que pudo al hospital, lamentablemente, fué demasiado tarde.
No me gustó ver las lágrimas de mi madre.Y no me gustó que él la abrazase y ella se dejase abrazar y que asintiese con la cabeza mientras las mentiras, imposibles y frágiles , iban alejándome de ella, levantando un espeso muro ...hasta que dejé de verla.




Sin embargo,allá arriba, decidieron que aquél ,todavía no era mi lugar...Y bajé envuelto en un remolino de luz purpúrea, para aterrizar suavemente en el pasillo de mi casa.Me miré las manos...eran como de humo.
Mi coche de bomberos yacía tumbado en una esquina.Una fina telaraña envolvía sus ruedas.La aparté y me sentí feliz de poder volver a jugar con él.
Edi dió un respingo en el sillón, y luego pegó un grito.
Sus ojos parecían los de un loco cuando comprobó que el juguete recorría el pasillo.Le hice señas, le grité, le empujé, pero hizo como si yo no estuviera.Sólo miraba el camión...y sus labios temblaban como si tuviese mucho frío.
-Estoy aquí-grité con todas mis fuerzas, y se lo lancé a los pies.El miraba a un lado y a otro, aterrorizado.





Sólo voy a estar por aquí una temporada.
Divitiéndome.
A veces jugaría que puede oír mi risa.Lo sé porque se le eriza el pelo de la nuca y empieza a gritar mi nombre.
Cuando mamá está en casa, sigue tejiendo alguna de sus mentiras,sobre lo difícil que es encontrar trabajo, o cómo ha tenido que usar el dinero de la cajita de porcelana para pagar algo imaginario.En varias ocasiones ha estado a punto de contarle la verdad sobre lo que ocurrió aquella noche de sábado, incpaz de seguir soportando mi incómoda presencia,pero ¿sabes que pienso?...que Edi está seguro, como yo, de que ella, en realidad, no quiere oírlo.

Ahora os dejo.
Estoy viéndole, sentado, a punto de dormir , con un ojo abierto, y otro cerrado...Y voy a acercarme...y estropearle la siesta...

martes, 7 de julio de 2009

Sigo por aquí

Hola
Tengo muy poquito tiempo libre,así que más que nada, entro por saludar y agradecer sus visitas y comentarios a todos los que pasais por aquí.
Las rebajas son una de las épocas más esclavas del comercio, así que no puedo escribir nada nuevo estes días.
Aún así, os quería preguntar que opinais de la idea de hacer un final para el cuento entre todas, como en el último post, y si os gustaría que repitiésemos otro día.
Un besito

martes, 16 de junio de 2009

El final del cuento


Hola chic@s.
Cuando era pequeña me encantaba leer unos libros que se llamaban ``Elige tu propia aventura´´, y en los que ibas eligiendo las opciones que te llevaban a diferentes finales.
El ordenador no tiene esas posibilades, pero podemos imaginar que sí...A ver cómo lo consigo.
Y más difícil todavía, será encontrar un final que englobe todas vuestras propuestas, porque la cosa ha quedado muy igualada.Un besito y luego me contais.
El final del cuento
Rebeca dió un respingo al escuchar la voz de su padre.Sonó como en un sueño, y tardó demasiado en contestar.
-¿Estas bien?
-No...
Su padre entornó la puerta y cuando vió su cara, adoptó una expresión preocupada.
-Hija...
-Lo siento mucho papá...
Le dió un fugaz abrazo ,se echó un abrigo sobre el vestido blanco,cogió su bolso y salió de la habitación empujada por una fuerza superior a su propia voluntad.
Le resultó complicado esquivar a su madre, que organizaba bandejas de comida en la cocina y gritaba a todo el mundo, y tropezó con varios camareros que la miraron sorprendidos.
Cruzó el jardín marcando un número en su móbil, con los dedos húmedos de nerviosismo.
-¡Nena!Vaya sorpresa...Estoy llegando...-dijo una voz al otro lado del hilo.
-Cariño, yo...
-¿Pasa algo?¿No podías esperar para verme?
El tono jovial de su interloctor se tornó en otro más triste al enfrentarse a aquel incómodo silencio.
-No vas...no vas a casarte conmigo..¿verdad?
Rebeca notó una punzada de culpabilidad que le traspasó el pecho.
-Lo siento....Lo siento mucho, eres un hombre estupendo, pero...
-No estás enamorada de mí...Siempre lo he sabido y aún así, he corrido el riesgo más grande de mi vida...-la voz se quebró al terminar la frase y después, al otro lado, unas manos temblorosas cerraron el teléfono.
Rebeca se quitó los zapatos para atravesar el jardín.Apenas podía respirar.Una mezcla de tristeza, alivio y confusión, parecía estar impulasando toda la sangre a través de su cuerpo.
Allí estaba.El todoterreno gris plata de Simón ,aparcado en la acera de enfrente. Ella subió,jadeando, sin atreverse a mirarle a la cara.El lo puso en marcha y dió un volantazo para salir lo más rápidamente de la calle, atestada de furgonetas de reparto y coches de invitados.
-Date prisa, todos me miran.-gritó Rebeca, y se dejó caer en el asiento.Sonreía, a pesar de todo.
Simón la llevó a su hotel.Tenía una decena de maletas desperdigadas por la habitación, medio abiertas y una caja llena de libros sobre el sofá.
-Has vuelto de verdad...-susurró ella, apretándose contra su pecho, aspirando aquel olor añorado, dejándose abrazar por aquellos brazos conocidos.Y recordó la primera vez que le vió, en el instituto, y recuperó aquella desmesurada sensación de deseo.Le había querido desde aquel día, y tal vez, la vida hubiese decidido ser justa, hacerlo posible, devolvérselo...¿Por qué no podía ser todo igual de fácil que entonces?...
Simón le sostuvo la cara entre las manos, y ella tuvo la certeza de que nunca podría querer a nadie como le quería a él.
-Has vuelto de verdad.-repitió sonriendo, y él la abrazó con fuerza.
Este es mi final , el que yo escojo, porque soy una inconsciente, ya veis...así que , las que opineis como yo...Noe,no sigas leyendo...dejadlo aquí.Yo debería incluso apagar el portátil, e irme a la cama con la sensación del deber cumplido,pero...mi conciencia no me deja...
No habían cerrado del todo las persianas, y la luz radiante de aquella mañana la despertó antes de las siete.
El vestido yacía a los pies de la cama, hecho un ovillo, y Rebeca se mordió un labio con preocupación, pero luego, levantó un poco la cabeza y comprobó que Simón también estaba despierto, y la miraba.
-Menuda hemos armado...-dijo ella con un suspiro.
-¿No estás contenta?
-Sí...-contestó, intentando quitarse un par de pinzas con florcitas del maltrecho recogido.
--Esto tenía que ocurrir.-susurró él, acercándose para darle un beso.-He vuelto, por ti.Lo he dejado todo,me traslado a la oficina de Barcelona para llevar los asuntos de la investigación desde allí.Mientras dormías he hablado con mis socios para comunicárselo.
-Pero tú odias la oficina...
-Bueno...no puedo estar todo el año viajando...lejos de ti...y tú no puedes dejar las clases...
-Pero a ti te encanta tu trabajo...estar siempre de un lado a otro...
Simón se recostó de nuevo y fijó su vista en el techo.Los rayos de luz que se filtraban por la persiana, dibujaban líneas paralelas en el techo.
Rebeca pensó, con amargura, que se parecían a los barrotes de una cárcel.
Se deslizó de entre las sábanas, sin dejar de mirarle, tratando de fotografiar cada poro, cada cabello, cada detalle de aquel rostro amado.
-¿Adonde vas...?- preguntó él, incorporándose extrañado.
-Simón...esto no va a salir bien...Ambos lo sabemos....no puedo pedirte que cambies...no quiero que dejes tu trabajo por mí...eso sería...un escollo entre los dos.
Se acercó y le besó, intentando que las lágrimas no lo convirtiesen en un beso amargo.Cuando se separó de él,tuvo la certeza ,por segunda vez en menos de un día, de que nunca querría a nadie, como le quería a él.
Simón la miraba estupefacto, se levantó para seguirla, pero ella le colocó una mano sobre el hombro.
-Pero...Podré...¿Podré volver a verte ?
-Claro.-mintió ella, antes de cerrar la puerta del cuarto.
Salió a la calle bajo el sol tibio, caminó entre la gente, respiró el olor de la camiseta de Simón que llevaba puesta, se sentó en un banco, cerca del parque,y cerró los ojos durante un buen rato.
Después, cuando su corazón se hubo calmado, y se hubo secado la última lágrima, se levantó, y empezó a caminar.

martes, 9 de junio de 2009

La boda


LLueva a mares en Vigo.Nada, salvo el calendario, parece indicar que estamos a 8 de junio.
La gente ha vuelto a sacar del armario las botas y las gabardinas.
Acabo de llegar del trabajo y no me apetece nada salir a la tormenta, así que voy a escribir un poquito.Se me ha ocurrido una historia que habla sobre eses sentimientos encontrados que a veces nos confunden y que no sabemos cómo interpretar.Seguro que de una forma u otra,os ha pasado alguna vez....Como siempre, gracias a todos los que pasais por aquí, y en especial a los que me animais con vuestros comentarios.Un beso.
La boda
Todo fuera de aquella habitación era puro revuelo y caos.Rebeca observó desde la ventana de su cuarto cómo empezaban a llegar los invitados y las furgonetas del cátering .Vió a su padre, arreglándose la corbata mientras dirigía a varios hombres vestidos de camarero en el jardín.Descubrió a su madre, bajo una impresionante pamela azul turquesa, besando a un grupo de señoras con trajes en colores pastel.
Tuvo que coger aire para terminar de abrocharse el vestido sin que le temblasen las manos.
Había pedido vestirse sola.No era una mujer dada a las ceremonias ni los convencionalismos, y sólo había accedido a casarse a lo grande para no disgustar a su novio.Ahora mismo, hubiese pedido que le tragara la tierra.
-Así que es cierto que vas a casarte con él...
La voz la sobresaltó porque ni siquiera había escuchado el leve crujido de la puerta.Y allí estaba Simón, con lo más decente que guardaba en el armario, y sin afeitar, cómo si no acudiese a una boda, sino a un guateque de los que solían organizar en la Universidad.
Rebeca se cubrió torpemente con el vestido y frunció el ceño.
-¿No te han enseñado a llamar antes de entrar?
El se acercó y la rozó con un beso, luego, éspió el jardín apartando unos centímetros la cortina.
-Vaya.¡En menuda boda te han metido!- dijo riendo, pero su sonrisa era singularmente triste.
-Me he metido yo solita.Anda, abróchame los últimos botones de la espalda...-se dió la vuelta y notó como sus manos temblaban aún más que hacía un rato, y la boca comenzaba a secársele.
No esperaba que Simón apareciese.Le había enviado una invitación hacía tres meses, y ni siquiera había contestado.Pero era propio en él aparecer de ese manera, sin previo aviso y como si no pasara nada, después de casi un año sin verse.
-No puedo creer que vayas a casarte.-le susurró al cuello, y Rebeca se estremeció.
-Pues ya ves...algunos sí quieren casarse conmigo.
Y en cuanto se volvió, descubrió que Simón tenía los ojos acuosos, aunque enseguida adoptó esa expresión tan típica en él de cínico encantador.
-¿Donde has dejado a tus focas y tus delfines?- preguntó ella con los dientes apretados, espolvoreándose bruscamente el rostro con el maquillaje.-¿Podrán seguir vivos sin ti?
Simón sólo la miró.Luego,se acercó a la puerta y echó el pestillo delicadamente.
-¿Que haces?-protestó ella, mirándole de reojo en el espejo.
El se acercó y se agachó a su lado.Se atusó el cabello, demasiado largo y enredado varias veces y luego, dijo con voz ronca:
-Llevo tres meses preguntándome que es lo que debía hacer.
-No tienes que preguntarte nada.
-Shhhh...Déjame acabar. Después, saldré por esa puerta y no volveré a molestarte.
Rebeca se giró y se encontró con una mirada que conocía casi tan bien como a sí misma, y el corazón pareció encogérsele hasta alcanzar el tamaño de un guisante.
-Cuando recibí aquella invitación sentí algo que no creí que podría sentir jamás.En un primer momento, la dejé sobre la mesa sin atreverme a abrirla y ...
-No estaba segura de que aún estuvieses en la estación polar...
-Luego, cuando por fin la leí, tuve la certeza de que te había perdido para siempre.
-Ya...-tenía unas ganas horribles de llorar, pero estaba demasiado cansada de aquella situación que parecía reproducirse intermitentemente a lo largo de su vida,y que siempre terminaba por perjudicarla y condenarla a la más absoluta soledad.Se sorbió la nariz y buscó atropelladamente la caja de los kleenex sobre el tocador.
-Entonces, supe que tenía que venir, aunque me costó demasiado tiempo decidirme a hacerlo.
-Y tenía que ser justo hoy, el día de mi boda, en mi propia casa, con mi futuro marido esperándome abajo.-escupió las palabras con todo el resentimiento guardado de aquellos años.
-Mi avión llegó esta mañana.Tengo la maleta en el coche.
Rebeca se levantó de un salto y descargó un puño sobre la cómoda.
-¿Y que has descubierto realmente?¿Que me quieres porque voy a casarme con otro, o porque, después de quince años de idas y venidas has llegado a la conclusión de que estás enamorado de mí?
Simón abrió la boca, y la cerró varias veces.Se miró las puntas de los zapatos y después las palmas de las manos, y luego, por fin, susurró:
-No lo sé.
Era típico en él desconcertarla con aquella apabullante sinceridad que no entendía de reglas sociales.Simplemente,así era él.Un hombre maravilloso pero aquejado de ese rabioso defecto por el cuál te quedabas a menudo con un palmo de narices.
-Sal de mi habitación...-musitó Rebeca, con voz temblorosa.
Estaba enamorada de él desde hacía quince años, y había tenido que conformarse con ser la amiga fiel que escuchaba sus historias, la compañera de viajes imposibles, la amante ocasional después de una noche de juerga, la tonta que reía sus anécdotas ocurridas alrededor del mundo, cada vez que decidía aparecer , llamarla ,y romper toda aquella monotonía que oscurecía su vida.
-Estaré en mi coche...-dijo él, antes de salir.
Ella asintió y escuchó a sus espaldas, cómo se cerraba la puerta.
Después, observó cómo su rostro empezaba a desencajarse en una mueca inevitable.
Alguien tocó con los nudillos en la madera y Rebeca dió un respingo.
-Rebeca, cariño,tienes que bajar.
(continuará)
Os propongo una cosa.Que decidais vosotros cúal es el final de esta historia.El lunes que viene ,entre las propuestas que me hagais, escogeré una y la escribiré. ¿De acuerdo?Venga, animaos a participar.
Un beso

jueves, 4 de junio de 2009

Confesiones de una asesina a sueldo

Hola chic@s, aunque creo que ahora sólo hay chicas por aquí...Bueno, quería empezar comentando que estoy leyendo ``Los hombres que no amaban a las mujeres´´, como sabeis, un best -seller mundial, y me he quedado de piedra al descubrir, ojeando la contraportada, que el escritor Stieg Larsson, murió justo después de entregar el tercer libro de la saga y antes de ver publicado el primero, y entonces me hago la siguiente pregunta: ¿No es la vida a veces, una broma pesada?.
En fin, voy a empezar con el cuento de hoy, al que he ido dando forma mientras daba cuenta de mi bol de fresas con limón





Confesiones de una asesina a sueldo






Habrá quien piense que mi trabajo es fácil...claro, viéndome aquí,tumbada bajo el cielo azul brillante de esta isla del trópico, con arena fina como el azúcar resbalando entre los dedos de mis pies, y el delicioso sabor del mojito que bebo , es lógico que alguien se haga una idea equivocada.
Creereis que es fácil vivir como lo hago yo, pero no os engañeis...estoy sola.
Y aún me siento mucho más sola desde que cometí aquel error.Mi primer y único error...

Madrid, 18 de marzo
A las 21:00,llovía a mares y mi contacto me hizo esperar más de la cuenta, para aparecer empapado al cabo de media hora en aquel inmundo pub, con una carpeta de fotos e instrucciones bajo el brazo.
Primero me explicó de quien se trataba...un joven ingeniero que estaba desarrollando un prototipo automovilístico que amenazaba con reventar toda la industria.Después, un minucioso informe de sus costumbres,de sus amigos, de su currículum,y un analisis grafológico que habían obtenido tras hacerle firmar un certificado falso, porque, aunque pareciese increíble, el tío era la persona más confiada del mundo...Y ni siquiera tenía escolta... Sólo tenía que matarle y destruir los diseños del prototipo.
Pan comido, pensé yo,que en peores plazas he toreado y he salido con algunos de los hombres más buscados.
Cogí aquel fajo de billetes, la carpeta, y me fuí como un fantasma, en cuanto supe todo lo que tenía que saber.
Me encerré en mi piso ,recién alquilado con un nombre ficticio y todo lo que necesitaba para la operación.
El tipo había tenido dos novias rubias, así que teñí mi larga cabellera castaña yo misma.No me gustan las pelucas, se notan demasiado y la gente desconfía.
Antes de secarme el pelo, me hice un café y me propuse estudiar hasta el mínimo detalle del contenido de aquel portafolios.
Lo reconozco, la primera vez que ví su fotografía practicando jogging por el parque del Retiro, una inusual vibración sacudió mis entrañas, pero ya llevaba bastante tiempo en esto como para no permitirme sentir ni la más nimia piedad por nadie.Es cierto, me esperaba a un tío enclenque, a un empollón repelente ,de eses a los que mataría incluso gratis,porque me recuerdan a que yo ni siquiera terminé el instituto, y me encontré con un hombre fibroso, que encima tenía la expresión más hipnotizante que había visto jamás...
Debí entonces rechazar el trabajo, pero...un iceberg que comienza a derretirse, todavía es una masa de hielo demasiado grande...así que tres semanas más tarde, una mujer rubia, esbelta, y recíén puesta en forma,(el tío del gimnasio dijo que no conseguiría parecer una deportista en tan poco tiempo,pero nunca se había encontrado a nadie con mi fuerza de voluntad)corría por el parque del Retiro. Llevaba unos mini-shorts rosa chicle que hacía girar todas las cabezas del parque, y cuando el ingeniero, a las 07:00 tomó la curva donde le aguardaba, le tendí una discreta y perfecta emboscada, colocándome justo delante de él.Matarle en el parque sería un suicidio profesional.En mi profesión hay un intenso trabajo de campo, una no llega y saca la pistola, no si lo que quieres es hacer carrera en esto.
No creais que el muy idiota me prestó atención esa mañana...necesité siete más para conseguir que me dirigiese la palabra...o para dirigírsela yo a él, más bien...
Caray, tienes muy buen fondo.
Gracias, tú también.
Me llamo Ana.
Yo Toni.

Y tuve que tragarme otra semana de agotador y abominable ejercicio.Incluso abandoné el tabaco para poder seguirle el ritmo sin prorrumpir en un ataque de toses...En definitiva, el encargo más duro al que me enfrentado.
Tengo que reconocer, no obstante, que en cuanto sonaba mi despertador, a la 06:00,hora del demonio,el primer impulso era ,simplemente, verle...y después de sacudirme la cabeza con frialdad y concienciarme de nuevo, como cada mañana, de que iba a matarle, me embutía en el puñetero chándal.
Cómo echo de menos su sonrisa...
Se ofreció pasar a recogerme y salir a cenar ese mismo sábado, así que guardé mi Colt m1911 en el bolso, por si conseguía quedarme a solas con él.
Se empeñó en pagar la cuenta,mirándome con eses ojos de color azul marino veteados de verde aceituna y ligeramente pincelados de amarillo...¿Por qué la vida es tan complicada?¿Por qué tenía que asesinar a un hombre con ese maravilloso color de ojos?
Sube si quieres...dijo cuando llegamos a su piso.
Subí para matarle, podeis estar seguros,agarré el cañón de mi pistola sin vacilaciones.
Y justo cuando iba a apuntarle,puso un disco de Frank Sinatra.¡Mi favorito! Joder...Las cosas no podían salirme peor.Mi cliente había puesto una fecha límite para convertirle en un fiambre y así cobrar el resto de la pasta,y ese día era mañana... pero por Dios...``Strangers in the Night´´...tuve que bailar con él...



De madrugada, arrastrando los pies ,con los tacones en la mano, y la cabeza embotada de sentimientos contradictorios, tomé una decisión.
Así que le cité en su piso para ese mismo lunes y me pasé toda la noche del domingo peinando la ciudad, desesperada y repitiéndome constantemente que estaba loca, loca y acabada.Hasta que encontré lo que andaba buscando. Entré en su apartamento con la copia de las llaves que me había hecho clandestinamente, y le esperé, fumando todos los cigarrillos a los que había tenido que renunciar durante ese mes, y con un incontrolable tic en la pierna derecha.
Llegó a las 21:30 y al verme, primero se sorprendió y luego, sonrió con cierta reticencia.Pero luego vió al mendigo despanzurrado sobre su impoluto sofá de cuero crudo y su cara mutó de inmediato.La manera en la que me miró,el horror que se reflejaba en su rostro, me convenció de que lo nuestro era imposible.
Está bien, no quiero que lo entiendas.Pero no hay otra solución.-se lo expliqué lo más claro que pude-Tienes que largarte, desparecer...¿lo coges?...fuera del país.No estoy de guasa.Pero antes debes entregarme los dibujos del prototipo,o ninguno de los dos saldrá vivo de ésta.Coge lo que puedas meter en una maleta .En ese sobre hay un billete de avión y un pasaporte.Voy a quemar este piso.
Tiré la colilla encendida en la alfombra .El tartamudeó e hizo amago de coger el teléfono, cosa que impedí retorciéndole el brazo tan rápido y fuerte como pude.
Hay una cosa que necesito para protegerte.Morirás de todas formas si no me obedeces.Habrá otro que venga a por ti.
¿Protegerme?¡Estás chalada!
Necesito un par de dientes tuyos,si no lo haces tú, lo haré yo.
Y señalé con la cabeza unos alicates que tenía preparados sobre la mesita del salón.
Las llamas empezaban a lamer las cortinas, y su reflejo anaranjado dibujaba sombras sobre su rostro perfecto.Derramé una lágrima, sólo una.




Mi vida no es fácil.Ahora estoy aquí, escuchando como las olas barren la orilla con su murmullo.Sintiendo como el sol me calienta la piel, mientras escucho a lo lejos la música reggae de algún chiringuito...Pero estoy sola.Y a veces, cuando pienso en él, me arrepiento de ser quien soy.
Tengo una cita en media hora.A este cliente le gusta la puntualidad, así que voy a terminar mi mojito y sacudirme todas estas idioteces de la cabeza.Os advierto,y ya sabeis cómo me las gasto... Esto queda entre nosotros.

jueves, 28 de mayo de 2009

La canción



Hola chic@s
Gracias a todos por vuestras visitas y comentarios,son muy bien recibidos.
La historia que voy a escribir está descaradamente inspirada en un libro de Stephen King que leí hace años, Misery, y que me parece de los mejores que ha escrito.Antes me encantaba King, creo que lo tengo todo,pero estos últimos años...en fin,alguien tan prolífico, no puede ser infalible siempre,¿no?
Un beso.


La canción
-Servicio de habitaciones.
Dejó la guitarra sobre el soporte, y se descolgó el cigarrillo de los labios.
-¡No he pedido nada!
-...Es un regalo del hotel, señor Júpiter.
Se levantó maldiciendo,todo el mundo sabía de sobra que odiaba que le molestasen las horas previas a un concierto.Necesitaba estar concentrado.Había que ser muy imbécil para atreverse a enviar a una camarera a su habitación.
Abrió violentamente y se encontró con una joven rubia, de grandes ojos castaños ,con un piercing atravesándole la ceja izquierda.
-¿Que coño quieres?- bramó,colérico, porque hacía muchos años que le gritaba a quien quería.
-Que me dejes entrar.-contestó la chica,serenamente.
-Oye, tu debes de estar mal de la cabeza...¿Quien te ha dejado subir?
Ella siguió sonriendo con la misma dulzura.Entonces, John Júpiter, el artista que mayor cantidad de números uno había conseguido colgar de las listas de éxitos en la última década, reparó ,anonadado en que la chica sostenía una pistola a la altura de las caderas y apuntaba directamente hacia su pierna.
-Entra, déjame pasar,cierra con llave y no se te ocurra abrir la boca para llamar a nadie si no quieres que te vuele la pierna.
John dió un paso atrás, estupefacto.Quiso decir algo, pero el terror se lo impidió, formándole un nudo en las cuerdas vocales; así que fué ella la que le empujó suavemente hacia el interior, comprobó que el pasillo estaba vacío, y giró la llave con suavidad, sin dejar de apuntarle.
-Pero, qué...-consiguió decir John, trastabillando hasta caer de bruces sobre la cama.
-Sí, vas a preguntarme a qué he venido...seré breve- la joven atisbó tras las pesadas cortinas, descolgó el teléfono, y se sentó en la silla donde había estado ensayando él unos minutos antes.-Quiero que compongas una canción para mí y me la dediques en el concierto de esta noche.Así que coge esa guitarra y escribe algo que me guste.
En cuanto terminó de hablar, se reclinó cómodamente, y apoyó el arma sobre sus rodillas.
-Pero...¿Cómo has entrado aquí?...Esto no va a salirte bien, te lo advierto.
La joven rió y se retorció el piercing.
-Por favor, no pierdas el tiempo, vas a necesitarlo.
-Si quieres dinero, si...-John se abalanzó sobre el fajo de dólares que había sobre la mesilla, pero ella se levantó bruscamente, y con una rapidez inaudita, se colocó frente a él, y retiró el seguro del arma.
-¡Coge la puta guitarra!
-Per...
-¡Que parte no entiendes!...Nadie va ayudarte...Acabo de ver salir a tu mánager y sé que no recibes ninguna visita tres horas antes de un directo...-abría tanto los ojos que parecían querer salírsele de las órbitas.Algo en ella, la línea de su boca, la curva de sus cejas, le resultó extrañamente familiar.
-¿Crees que esto funciona así?¿Que se puede obligar a alguien a componer una canción poniéndole una pistola frente a la cara?...
-Sí.Eso creo.-contestó con voz ronca.
Fué a por la Gibson y la tiró sobre la colcha.John encogió las piernas.El pánico estaba empezando a apoderarse de él, a robarle el aire de los pulmones,...había dejado el alcohol hacía exactamente seis meses y tres días, y hubiera dado toda su fortuna por un trago en ese momento.
-No te acuerdad de mi,¿verdad?- soltó ella, con tono burlón, pero triste.
-¿Acord...?No...-trató de hacer memoria, pero uno ve demasiadas caras durante su vida, y más si es una estrella del rock.
-Acababas de salir de dar un concierto en New York, en un garito que ya no existe...fué hace doce años...-suspiró y los ojos le brillaron ,habitaba en ellos una locura rayana en la desesperación.-Tú no eras todavía John Júpiter, sólo un chico que intentaba ser cantante...yo me acerqué a pedirte un autógrafo...y tuvimos algo parecido a un polvo entre unos cubos de basura....te di mi número...pero no me llamaste...
John hizo un esfuerzo por recordar, pero le fué imposible.
-Ah....sí...verás....
-No te acuerdas.-susurró ella, y luego alzó la voz.-No importa....Piensa, piensa en tu ex mujer, por ejemplo, escríbele algo ....no sé, piensa en el día en el que os conocisteis...Me da igual...
-No quiero escribir nada para esa zorra.-escupió Johnde inmediato.
-Pues, entonces....piensa ....piensa en tu primera novia....tu novia del instituto....¿como se llamaba?¿Sara?-iba dando vueltas por la suite,ensimismada,y la pistola se balanceaba entre sus manos como si fuese de juguete.-Pues inspírate en eso...
John cogió la guitarra y con manos temblorosas rasgó un Si menor.Calibraba la posibilidad de golpearla con ella,pero dudaba que saliese bien....parecía ágil, y lo que es peor, completamente loca.Le descerrejaría un tiro antes de que consiguiera levantarse.
Hizo trampa.Tocó algunos acordes de una vieja canción, cara b de uno de sus primeros singles.Le costó recordar la letra, los dedos se le agarrotaron.
Cuando terminó las dos primeras frases, la miró tímidamente.
-Esto podría servir,¿no?...
-Ah, claro....Pero debes de tomarme por una idiota.
No lo vió venir, fué sólo una sombra acechante al principio, y luego, todas las estrellas del universo parecieron concentrarse en su sien derecha.El golpe le dejó sin aliento,se llevó una mano a la cabeza y la sangre empezó a brotar entre sus dedos.Aquel agujero negro y metálico seguía suspendido frente a sus ojos.
-¡Doce años!-chilló.-¡Doce años siguiendote y crees que no reconozco una de tus canciones...Podría cantártela de principio a fin ,al revés si es necesario...No me tomas en serio, ese es el problema, John.No te tomas nada en serio.Pero por una vez en tu vida, vas a hacer algo para hacer feliz a alguien...¡Por una sola puta vez!
Le temblaban los labios.Eran del color de la sangre.Arrancó un trozo de sábana y se la tendió para que se la apretase contra la herida.Luego, volvió a colocarle la guitarra entre las manos, esta vez con dulzura, le acarició el rostro, y él vió todo el dolor del mundo reflejado en aquellas pupilas castañas.
-Hazlo.
Y él compuso una canción.Tal vez no era la mejor que había escrito en su vida,pero tal vez tampoco la peor.Era triste, desesperada....y hablaba de una chica que se había enamorado del tipo inadecuado,una chica maravillosa....(tuvo que añadir algunos adjetivos agradables para contentarla) a la que terminaban pidiendo perdón.
Cuando terminó y la última nota vibró en el aire, ella empezó a aplaudir compulsivamente, entusiasmada,y tuvo que secarse una lágrima del rabillo del ojo.Parecía una niña la mañana de Reyes con el juguete que tanto había ansiado.
-Es...genial, genial...
John se encogió de hombros ,observó el trozo de sábana empapado.
-Será mejor que te vea un médico.-dijo ella, de pronto, como si acabara de darse cuenta de que él estaba sangrando y ella no tuviese nada que ver.-Llámale en cuanto me vaya...ah, y no olvides lo de esta noche.-de pronto, su mirada se endureció.-Si no cantas esto, me enfadaré mucho...y puedes estar seguro de que te encontraré y te mataré.No me subestimes.-y cuando estaba a punto de cerrar la puerta , se asomó súbitamente y volvió a esbozar una sonrisa inocente.-Ah, gracias por la canción...es ....lo más bonito que me ha pasado en la vida....Oh, casi se me olvida.-rió como una niña de cuatro años avergonzada.-Me llamo Lisie...
-¿Que te ha pasado?
El mánager de John Júpiter durante los últimos cinco años, hablaba por teléfono a gritos, para hacese oír sobre el rugido de la muchedumbre congregada en el Wembley Arena aquella noche.Señaló la venda que rodeaba la cabeza del músico y éste se encogió de hombros.
-Nada.Me caí en la bañera...-contestó él, terminando de abrocharse su cazadora de cuero antes de subir al escenario.
Imaginó sobrecogido, que aquella chica estaría sentada entre la multitud, expectante,agazapada entre sus miles de seguidores.
Se acercó al micrófono.El foco principal le cegó y habló lentamente, arrastrando las palabras.Todavía le temblaban las manos y se secó el sudor de las palmas en los pantalones.
-Eh...gra...gracias por estar aquí...
La marabunta bramó y aplaudió completamente entregada a su ídolo.
-Eh..quería comenzar la actuación de esta noche....con una dedicatoria...
Su bajista se viró hacia él, sorprendido, y John levantó una mano.
-Con una canción para una....un chica muy especial ....que...-carraspeó y tomó aire.-Lisie, esto es para ti....
Empezó a rasguear los acordes, que flotaron como pompas de jabón sobre el silencio apocalíptico que se hizo en ese momento, dentro del estadio.
Cantó tembloroso, vulnerable,aterrorizado, y eso debió conferirle un timbre especial a la canción, porque cuando terminó, se desató un estallido ensordecedor de aplausos,y casi pudo sentir, como un corazón, enloquecido y emocionado, perdido en algún lugar de aquellas tribunas,latía por encima del estruendo.