miércoles, 14 de octubre de 2009

La bañera


Estaba segura de que lo había oído otra vez.Intentó no moverse bajo las sábanas y contuvo la respiración hasta que le escocieron los pulmones.
Tal vez era sólo el viento,ya que esa noche ululaba con fuerza y movía con furia los árboles del bosque, pero más bien sonaba como...un chapoteo.
La culpa de todo la tenía Pedro.Era él quien se había empeñado en comprar aquella casa tan alejada del pueblo, demasiado grande para los tres, y más aún cuando tenía que salir de viaje de negocios durante un par de semanas y ella y Eric se quedaban solos.
Ana se dió la vuelta sigilosamente y casi se le sale el corazón del pecho al ver que estaba encendida la luz del cuarto de baño.No recordaba que estuviese así cuando se acostó.
-¿Eric?- llamó,con voz insegura-Te has dejado otra vez la luz del baño encendida.
-Perdona, mamá...Creo que sí...-respondió su hijo desde la habitación contigua.-Ahora me levanto.
-Déjalo, ya voy yo...-respondió Ana, incorporándose, repentinamente aliviada.No podía evitarlo, no le gustaban los ruidos del bosque, el horripilante graznido de las lechuzas, el crujido de las ramas ni el golpeteo de la lluvia en los cristales.Todo sonaba diferente a la ciudad.
Se calzó las pantuflas y se dirigió al cuarto de baño.
Algo no le gustó en cuanto puso el pie dentro del cuarto de baldosas color pastel.El espejo del armario del lavabo estaba medio empañado y había un pequeño charco de agua frente a la bañera.Aquella bañera, grande, antigua, de hermosas patitas metálicas y grifos de bronce, era lo único que le había gustado de aquella casa y lo único también que no había querido cambiar.
El resto de los muebles, habían sido donados a un mercadillo benéfico.
-Eric...No has secado el suelo después de bañarte.Esto es muy peligroso, imagínate que cualquiera de los dos resbalemos.
La respuesta no se hizo esperar y trajo consigo una aterradora sensación.
-Lo siento, mamá...Hoy tenía mucho frío y no me duché...¿Estás enfadada?
-No...-contestó temblorosa.De repente, su grueso camisón de franela resultó insuficiente para el frío que empezaba a sentir.
¿Quien había usado la bañera entonces?
Fué abajo a por un cubo y una fregona, encendiendo todas las luces a su paso y tratando de calmarse.Ella tampoco había usado el cuarto de baño del piso superior desde aquella mañana.
Limpió frenéticamente el charco de agua ,apagó la luz y giró con firmeza el pesado pomo.
Consultó el reloj y llamó a Pedro, esperando que todavía no se hubiese acostado.
-¿Sí?
-Gracias a Dios.
-¿Ocurre algo?-preguntó una voz somñolienta al otro lado.
-Sí, aunque tal vez no te lo creas.
-¿Otra fantasía?...¿No son ya las doce y media?
-¿Podrías tomarte esto un poco en serio, por favor?-casi gritó,indignada.
-Está bien.¿Que pasa?
-Es...el cuarto de baño...-susurró con nerviosismo-Ni Eric ni yo lo hemos usado esta noche y el espejo del lavabo estaba empañado y ...había un charco...
-¿Estás segura de que Eric no ha sido?
-No, eso dice.
-Vuélveselo a preguntar, es un niño, quizá tenía miedo de que le riñeras por no recogerlo....¿Sabes que mañana a las siete tengo que firmar la fusión?
Ana colgó sin despedirse.Fué al cuarto de Eric, cogió al pequeño en brazos y lo trajo hasta su cama.Le apretó con fuerza y cubrió sus cuerpos con las mantas.
-Tú no has sido, ¿verdad?-preguntó muy bajito,besando el cabello de Eric .
-No, mamá.-contestó el niño, casi en medio de un sueño.
-Esta bien, duerme.
-No te asustes.No tienes por qué tener miedo...Dice que no nos hará daño.
La sangre se congeló en sus venas como un glacial descendiendo por un valle.
-¿Que...?...¿Quien...?-empezó a decir Ana, tratando de no tartamudear.
-Es que le gustaba mucho su bañera.
En ese momento, Ana levantó la vista sobre las sábanas y contempló, horrorizada, como la pálida luz del cuarto de baño se filtraba por la rendija de la puerta.
No sé a vosotros, pero será que es un poco tarde y estoy solita,pero me he dado miedo a mí misma...

6 comentarios:

  1. Madre mía... te voy a matar... Buff, con lo caguetas que soy...

    Te ha quedado genial, engancha muchísimo (y tenía el corazón en un puño...) y me he quedado con ganas de más...

    Un beso de estás rompedora, me encanta :)

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  2. Menos mal que lo he leído ya por la mañana y tengo todo el día para tratar de olvidar lo que he leído....
    Me ha gustado, R@.

    Abrazos.

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  3. Hola
    Ahora, a la luz del día,me parece que me he pasado de miedica, pero es que yo soy muy muy caguetas también,y justo estaba ayer solita, con este silencio...jaja,

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  4. R@, solita, solita no estabas ;) que está mini-R@ contigo :)

    Un beso

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  5. A mi las historias de fantasmas son de las que más me gustan, porque pueden virar inesperadamente. Los fantasmas buenos se convierten en malos y viceversa, y eso da una intriga aterradora. Atrévete a escribir más de estos (venga miedica..)

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Han pasado y han dicho