Una rosa

Como cada martes, desde hacía dos años,una rosa roja, envuelta pulcramente en papel de seda, la esperaba frente a la puerta de entrada.

El corazón se le aceleró mientras la recogía, mirando a ambos lados ,sonriendo como una tonta, suspirando de emoción al abrir el pequeño sobre que la acompañaba, leyendo y releyendo la frase de la semana.

En esta ocasión, con la acostumbrada perfecta caligrafía ,el desconocido había escrito:

``Hoy he pensado en ti durante todo el día´´.

Entró en el apartamento dando saltitos y pulsó el botón de encendido para escuchar, como cada martes,en su íntimo y peculiar ritual, su disco favorito de Barbra Streisand. Después ,se llevó una copa de vino a la bañera ,en la que vertió un buen puñado de sales, se sumergió en el agua olorosa, y leyó de nuevo la nota, deteniéndose en cada palabra, luego, en cada letra, después,en cada trazo.

Cerró los ojos y volvió a recrearse en cómo debía ser la apariencia de aquel misterioso pretendiente.

Mirada inteligente, rubio quizás, muy,muy elegante, de eses hombres que llevan pantalones beige y chaquetas de vestir, con la tez bronceada, un poeta, o un músico tal vez, un director de orquesta, no,no, un escritor, no,no, seguro que era alguien más contemporáneo....un hombre dedicado a su trabajo informático, o un abogado, sin tiempo para relacionarse, moreno, con gafas de concha, vaqueros y camisa azul.

En cuanto se hubo secado, admirando en el espejo que aún no estaba nada mal, estiró el papelito con esmero, y lo guardó con los otros en la cajita de nácar de la mesilla.

El teléfono la sobresaltó mientras dejaba sus tesoros a buen recaudo.

-¿Y bien?- la voz de Alicia, su compañera de la Universidad y mejor amiga,sonó al otro lado del hilo.

-Jaja-chilló- Hoy también hubo rosa...``Hoy he pensado en ti durante todo el día´´...¿que te parece?

-Pues, muy original, lo mismo que ``Eres preciosa´´,``Creo que me he enamorado´´ o ``Tal vez sepas quien soy´´-murmuró con sorna.

-Bah, no te burles...me hace ilusión...lo que no entiendo es por qué demonios no se presenta.

-Puede que tenga miedo de no gustarte.

-Bobadas,...tiene que gustarme alguien que hace algo así por mí durante dos años...-suspiró.

-Bueno, tal vez no sea como tú esperas.

-Creo que debería llegar un poco antes el próximo martes, esconderme, y desenmascararle...

-Sí, deberías hacerlo...oye, tengo que dejarte,¿vale? he de corregir unos exámenes para mañana.

Alicia colgó y se llevó las manos a la frente.La cabeza empezaba a dolerle peligrosamente y amenazaba con terminar en una migraña.

Tenía que poner fin a aquello, tenía que contar la verdad. Dejar flores en la puerta de alguien todos los martes ,sabiendo que no tienes ninguna posibilidad, es claramente patético.

Pero ,aún así, verla tan feliz le compensaba en una pequeña parte...

cuántas veces, mientras tomaban café o cenaban un sábado, y contaba lo entusiasmada que estaba con la idea de que un hombre , tal vez, en el metro,quizá en el supermercado, o puede que en una reunión de vecinos se hubiese cruzado con ella y enamorado perdidamente, se había sentido tentada de confesarle la verdad, de decirle ``Eh, ¿no te has fijado en que yo cultivo rosas de ese mismo color en mi jardín?,pero ¿adonde la llevaría aquello...?La perdería para siempre...y no verla más era un riesgo demasiado grande.

Alicia se levantó y como tarde,desde hacía varios años, se dispuso a regar sus rosas.